Zonas mineras en la provincia de Ourense: proyectos que se acabaron o nunca llegaron a empezar

SOLICITUDES DE LOS ALCALDES

Las zonas mineras en la provincia de Ourense agotaron el permiso sin llegar a explotarse en algunos casos

Explotación a cielo abierto de la mina de Penouta.
Explotación a cielo abierto de la mina de Penouta. | Miguel Ángel

La mayor superficie a prospectar en el concurso minero convocado por la Xunta a principios del mes de febrero se encuentra en la comarca de Valdeorras, donde la zona Esperanza B abarca 13 cuadrículas mineras (384 hectáreas) compartidas entre Petín, O Barco y Vilamartín de Valdeorras. Otro punto más de prospección, de una única cuadrícula (28 hectáreas) se sitúa en exclusiva en el Concello de O Barco.

Fuentes relacionadas con la minería consultadas por este periódico observan con escepticismo la apertura del concurso. Si bien reconocen que son espacios sondeados en su día por sus posibilidades de explotación, generalmente relacionadas con la pizarra, o bien los resultados, o bien la relación entre la inversión necesaria y los resultados obtenidos, acabaron por descartar su explotación. También consideran posible que un nuevo sondeo pueda arrojar nuevas oportunidades, pero expresaban sus dudas al respecto.

El precedente inmediato de la convocatoria de este concurso es la explotación de A Penouta, en Viana do Bolo, donde se buscaba extraer coltán, tantalio y niobio, pero el año pasado, una sentencia judicial ordenaba el cierre de la mina tras una denuncia relacionada con el impacto ambiental de la explotación. 

Reapertura de canteras

En el otro extremo de la provincia, Cortegada es otro de los emplazamientos donde se buscarán estos nuevos minerales en un yacimiento de cinco cuadrículas mineras (140 hectáreas). Según Avelino de Francisco, alcalde de la localidad, “se refiere a una cantera de granito que pertenece a la comisión de montes de una de las parroquias. Hace más de 20 años que ya no funciona. Existió mientras hubo aquí una fábrica de piedra que, cuando cerró dejó de usarse”. El regidor añadía sobre una posible reapertura de la antigua explotación de granito “que salga a concurso me parece normal”.

Una explotación “sustentable” en caso de abrirse nuevas minas

Ante la llegada de las prospecciones a sus municipios, una de las preocupaciones de los alcaldes es el impacto que causará en el territorio la llegada de la minería. Así lo expresaba Francisco González, alcalde de Toén, quien señalaba que “mi proyecto de Concello es que sea un lugar excelente para vivir, y que haya una buena calidad de vida para los vecinos, y las explotaciones mineras generan cierto rechazo”; pero no se opone a que se instalen proyectos mineros “siempre que cumplan con las normas ambientales”. 

En la misma línea se expresaba el regidor de Amoeiro, José Luis González, para quien “siempre debe observarse una distancia de seguridad a los pueblos colindantes. Nosotros, si hacemos un informe técnico, tendremos siempre en cuenta las resoluciones de Medio Ambiente”. 

A estas inquietudes respondía recientemente el director xeral de Minas, Pablo Fernández Vila, quien recordaba que “os adxudicatarios do concurso terán dereito a tramitar os respectivos permisos de investigación neses dereitos caducados, a fin de poder realizar investigacións orientadas a determinar se existerecursos minerais de interese nesas zonas”, lo cual no implica abrir a continuación una explotación, añadiendo que “as explotacións mineiras seguirán asegurando a xeración de beneficios nos concellos: xerando emprego de calidade, fixando poboación, e promovendo unha extracción sustentable” en caso de hallarse recursos de interés.

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