Efectos de los microplásticos en la salud

La preocupación creciente por su efecto sobre la salud y el ecosistema ha llevado a un aumento de las investigaciones

Publicado: 07 ene 2021 - 04:36 Actualizado: 07 ene 2021 - 10:18

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Los microplásticos son contaminantes ambientales en sí mismos y contribuyen en la dispersión de muchas sustancias químicas. Se trata de partículas sólidas sintéticas de forma regular o irregular, con un tamaño que varía entre 1 micra y 5 milímetros, originadas en fabricación primaria o secundaria, y que son insolubles en agua.

A día de hoy el conocimiento y las implicaciones en la salud es limitado. Comprender su impacto no es sencillo debido a las diferentes propiedades físico-químicas. Por un lado, los microplásticos transportan productos químicos tóxicos en los ecosistemas, y por otro, son ellos mismos un cóctel de químicos peligrosos, que se agregan como aditivos para aumentar sus propiedades y vida útil.

Un estudio del Instituto de Investigación del agua (Italia) enfatizó las sustancias químicas más tóxicas que están contenidas en todos los productos plásticos, para describir sus peligrosos efectos. Recopilaron datos sobre los niveles de exposición y efectos (físicos y químicos) para evaluar el riesgo de los microplásticos para el medio ambiente y la salud humana.

Los aditivos de los plásticos son agregados intencionalmente durante la producción para dar cualidades (color y transparencia) y para mejorar el rendimiento de los productos. Por lo general, la lista incluye plastificantes, antioxidantes, estabilizadores UV, lubricantes, colorantes y retardadores de llama.

Aunque estos aditivos mejoran las propiedades de los plásticos, muchos de ellos son tóxicos y tienen un elevado potencial de contaminación. Los estudios sobre su impacto en los organismos acuáticos con los que entran en contacto a través de la ingestión de macro y microplásticos aún están en curso.

La combinación de varios tipos de polímeros con una gran cantidad de aditivos, da como resultado un cóctel de contaminantes que no solo alteran la naturaleza del plástico sino que pueden filtrarse en aire, agua, alimentos y, potencialmente, en tejidos del cuerpo humano durante su uso, exponiéndonos así a varios productos químicos juntos, señala el equipo IIA.

Asimismo reúnen la evidencia de que el bisfenol A (BPA), los ftalatos, así como algunos de los retardadores de llama bromados, que se utilizan para fabricar productos domésticos y envases de alimentos, actúan como disruptores endocrinos que pueden dañar la salud humana si se ingieren o inhalan.

La ciencia reciente asocia estos disruptores con diversas enfermedades y afecciones, como cánceres hormonales, problemas reproductivos, trastornos metabólicos (diabetes, obesidad), asma y afecciones del neurodesarrollo.

Concluye la investigación que la ingesta de microplásticos por parte de los humanos es ya evidente siendo los principales puntos de entrada la ingestión, la inhalación o a través del contacto con la piel. Además, señalan que los microplásticos de menos de 20 µm podrían penetrar a ciertos órganos, pero aquellos con un tamaño cercano a 10 µm podrían acceder a todos, incluso atravesar las membranas celulares, la barrera hematoencefálica y entrar en la placenta, asumiendo una distribución de partículas en tejidos secundarios como el hígado, los músculos y el cerebro.

F: En t. J. Environ. Res. Salud pública 2020, 17 (4), 1212.

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