Herba dos garrapatos
ZONA VERDE
Sus semillas, a pesar de su bellísimo aspecto, son altamente tóxicas
Ricinus communis, conocido también en castellano como ricino, castor, cherva, tártago, higuereta, higuerilla, higuera infernal, mosquitera, palma de Cristo, palmacristi o rizno y en gallego como bafureira, carrapateira, catapucia, herba dos carrapatos, figueira de inferno, mamona, mamoneiro y también ricino, entre otro muchos términos, es una planta anual de porte arbustivo perteneciente a la familia de las Euforbiáceas. Originaria de África tropical, se ha naturalizado en las áreas tropicales y subtropicales de todo el mundo, así como en gran parte de la cuenca mediterránea. Dada su capacidad para invadir territorios, en algunas partes está considerada como una especie invasora, tal como sucede en España donde aparece incluida en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras, estando prohibida en las zonas de más riesgo su introducción, transporte y comercio.
Etimológicamente, su nombre genérico, ricinus, proviene del latín y se debe a Plinio y otros autores romanos, aludiendo con él al parecido de sus semillas con ciertas garrapatas llamadas también en latín “ricinus”. El epíteto latino communis, se refiere, evidentemente, a su frecuencia común.
Su tallo es grueso, leñoso, hueco, nudoso y normalmente de color rojizo oscuro. Puede alcanzar hasta los tres o más metros de altura. Sus hojas son grandes, alternas, palmeado lobuladas y con bordes irregularmente dentados. Tiene un peciolo largo y nerviaciones prominentes. Son de color verde con tintes rojizos y suelen estar cubiertas de un polvillo blanco, de aspecto ceroso, que se desprende al frotarlas. Sus flores unisexuales están reunidas en densas inflorescencias terminales a modo de espigas, en cuya parte inferior están las flores masculinas con un cáliz de cinco piezas lanceoladas y numerosos estambres y en la superior las femeninas con un pistilo trifurcado. Florece normalmente de mayo a diciembre. Su fruto es una cápsula globulosa con púas que le dan un aspecto erizado y tres cavidades cada una de las cuales contiene una semilla elipsoide de superficie lisa, jaspeada y brillante. Dichas cavidades se abren en la madurez, lanzando las semillas a distancias considerables, favoreciendo así su dispersión. Crece preferentemente en terrenos baldíos, cunetas, escombreras y, en general, en lugares nitrófilos. Es muy sensible a las heladas.
Las semillas tienen un bellísimo aspecto pero son tóxicas debido a la presencia de una albúmina llamada ricina. Basta la ingestión de unas pocas para provocar cuadros clínicos graves, llegando incluso a provocar la muerte, motivo por el cual nunca deben comerse. No obstante, de ella se pueden extraer compuestos como el aceite de ricino, uno de los más conocidos y utilizados purgantes, a pesar de su desagradable sabor que puede incluso provocar náuseas. Para ello , dichas semillas se recogen en otoño, se secan y prensan en frío. Una vez obtenido el aceite se calienta para eliminar la ricina. Además de los efectos purgativos, son laxantes y emolientes. También se emplean para elaborar productos cosméticos tales como aceites solares y de baño, así como productos beneficiosos anticaspa para el cuero cabelludo. También por vía externa se usa como emoliente teniendo un efecto calmante en casos de escozor.
Además la planta se usa en jardinería por su valor ornamental, debido al diverso colorido de los tallos y las hojas de sus distintas variedades, tales como Cambogensis con tallos de color púrpura muy oscuro, tirando al negro; Sanguineus con hojas y tallos de color rojo vinoso y gran porte; Zanzibarensis de hojas verdes con nervadura blanca, y Gibsonii de menor porte y tallos y hojas rojizas con brillos metálicos, entre otras. Actualmente también se usa en la industria de barnices, jabones, detergentes, velas, lubricantes y líquidos de frenos.
Es una planta conocida y cultivada desde la Antigüedad, especialmente para el aprovechamiento de sus semillas. Aparece citada en la Sagrada Escritura en el libro de Jonás (Jon 4,6): “Entonces el Señor hizo crecer allí una planta de ricino, que se levantó por encima de Jonás para darle sombra y librarlo de su disgusto. Jonás se puso muy contento al ver esa planta”, dando a entender con ello sus grandes dimensiones. Sus semillas se han encontrado en tumbas egipcias. Teofrasto cita la planta con el nombre de “croton”, apelativo usado también por Dioscórides. El escritor, filosofo y científico Aulo Cornelio Celso que nació en el 25 a.C. y murió en el 50 d.C. en el libro V de su De Medicina lo indica como componente de algunas píldoras útiles tanto para el insomnio como para los cólicos. En Galicia también venía utilizado como purgante, tal como figura en diversos catálogos de las boticas de los antiguos Monasterios de San Martín Pinario, San Esteban de Rivas de Sil, San Salvador de Celanova y Santa María de Oseira.
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