Sin avenencia entre el rey emérito y Revilla en el acto de conciliación

El acto de conciliación entre el rey emérito y el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla, celebrado este viernes en los juzgados de Santander, ha terminado sin avenencia, sin que Juan Carlos I haya asistido a la vista y después de que el también secretario general del PRC se haya negado a rectificar, como pedía en la abogada designada por el monarca, que acompañada de su procurador se ha ratificado en el escrito.

La conciliación ha durado quince minutos: ha comenzado a las 10.05 horas y ha finalizado a las 10.20 sin un acuerdo entre las partes ya que, como ha explicado el letrado del regionalista, el catalán José María Fuster-Fabra, en dicho escrito -previo a la interposición de una demanda por injurias y calumnias- se pide a su cliente que "reconozca que ha mentido" cuando llamó "evasor fiscal" al exjefe del Estado.

Algo que no se puede hacer, según el abogado de Revilla, que ha asegurado que su patrocinado "no mintió". En este sentido, ha indicado que si bien ha vertido "opiniones muy críticas" contra el padre del actual Rey de España, lo ha hecho en base a unos hechos que no conoce por sí mismo, sino por diversas informaciones publicadas en "muchos" medios de comunicación.

Así, el diputado regional "bebe de unas fuentes que dicen una serie de cosas" sobre el rey emérito y él las expone públicamente, en diferentes programas de televisión, tratándose de un "personaje público" que habla de otro "personaje público" -entre los que el nivel de capacidad de criticar es "mucho mayor"- y acerca de cuestiones sobre las que hay "interés público".

Fúster-Fabra ha argumentado que el expresidente cántabro "puede no saberlo, pero sí pensar o creer" que lo que ha leído en los medios es cierto, ya que "la fuente de conocimiento es real" y se citan incluso informes oficiales, como uno de la Fiscalía Anticorrupción.

El abogado ha remarcado que el emérito no ha ejercido nunca acciones legales contra los medios que publicaron esas informaciones, y por tanto, como su cliente "no mintió", no puede avenirse a la conciliación. Juan Carlos I reclamaba una rectificación pública y 50.000 euros por manifestaciones injuriosas y calumnias que, según él, vulnerarían su derecho al honor.

El rey emérito no acudió a la vista, y estuvo representado por la abogada Guadalupe Sánchez y el procurador Jesús Martínez Rodríguez.

Antes de comenzar el acto y al finalizar, Revilla recibió el apoyo de algunos ciudadanos presentes en el lugar, donde también se reunieron numerosos periodistas, cámaras y fotógrafos.

"No todo vale en la contienda política"

En aras de intentar llegar a un acuerdo, la letrada del Juzgado permitió un turno adicional de réplica, que la abogada del rey aprovechó para afirmar que la parte contraria tiene un interés "más mediático que jurídico".

También aportó un auto reciente del Tribunal Supremo que, según ella, contradice el argumento de que Revilla no mentiría, dado que sus opiniones "carecen de base fáctica".

"No todo vale en la contienda política", insistió la abogada, quien también señaló que Revilla "goza de más prerrogativas" que el rey.

Por alusiones, Revilla pidió la palabra al final del acto y aclaró que no tiene más privilegios que el monarca, ya que él y su partido eliminaron el aforamiento de los diputados en Cantabria. "Por eso estoy aquí", concluyó.