Conoce la gunnera, el "paraguas de los pobres" que crece en Brasil

La gunnera o ruibarbo gigante, conocida científicamente con el nombre de Gunnera manicata, es una planta herbácea perenne de porte arbustivo, con hojas de gran tamaño, originaria de Brasil, perteneciente a la familia de las Gunneráceas. Fue introducida y naturalizada en zonas templadas de Europa. En castellano se le conoce, asimismo, con los nombres de comida de dinosaurios, hojas gigantes, nalca y paraguas de los pobres. Este último nombre se debe a que bajo sus hojas pueden ampararse de la lluvia una o varias personas.

Su nombre genérico gunnera le fue otorgado en honor del botánico, profesor, micólogo y obispo noruego Johan Ernts Gunnerus del siglo XVIII. Su adjetivo manicata deriva del latín y significa “con mangas largas”, haciendo con ello referencia a sus hojas.

Es una especie rizomatosa, es decir, con tallos subterráneos. De sus enormes rizomas surgen largos y robustos peciolos que sostienen las gigantescas hojas. Tanto los peciolos como las nervaduras de la parte inferior de sus hojas presentan espinas. La parte superior de las mismas es rugosa y áspera. Estas últimas son redondeadas, profundamente divididas, con bordes aserrados, alternas, de color verde oscuro y con nervaduras evidentes de color verde blanquecino, alcanzando en ocasiones tamaños enormes que pueden alcanzar hasta un metro y veinte centímetros de diámetro e incluso más. Sus pequeñas y numerosas flores de color verdoso, que se presentan en inflorescencias erectas que surgen también directamente de los rizomas a modo de racimos cónicos de color marrón, son hermafroditas o unisexuales. Las masculinas se presentan en la parte superior, las hermafroditas en la parte central y las femeninas en la inferior. Esta característica, juntamente con su floración anual y sus frutos drupáceos verdes y rojos, le confieren un elevado valor ornamental. Florece a finales de la primavera o durante el verano.

Las condiciones para un óptimo desarrollo son suelos fértiles, de ambientes bien húmedos y de semisombra. Por sus notables y llamativas dimensiones es utilizada en jardinería como planta ornamental, normalmente en los márgenes de charcas y estanques. Para ello requiere espacios grandes y abiertos, donde podrá ser admirada en toda su plenitud. También crece en los bordes de pantanos y arroyos. Mientras son jóvenes pueden cultivarse también en macetas en terrazas o patios no muy soleados, o también como plantas de interior. No tolera bien la acción del viento, ya que rompe sus hojas, y ni el frío intenso, por lo cual para mantener las hojas verdes durante todo el año es aconsejable cubrir en invierno con las mismas hojas muertas; de lo contrario pierde totalmente, en esa estación del año, su parte aérea. No obstante, mientras los rizomas no sufran la acción de las fuertes heladas, al final del invierno surgirán nuevos brotes. Se propaga por semillas, pero más fácilmente por división de sus rizomas.

Hace unos años, en una visita al Pazo de Betrances, construcción del siglo XV, ya residencia episcopal del monasterio de Celanova y hoy dedicada a turismo rural, ubicada en el municipio de Barbadás, pude observar un espectacular ejemplar de esta especie al lado de las escaleras que conducen al interior del edificio.

En algunos países la Gunnera manicata está considerada una planta invasora.