Incinerados los restos de Mario Vargas Llosa en una ceremonia íntima y familiar

Los restos de Mario Vargas Llosa, fallecido este domingo en Perú (Lima) a los 89 años, han sido incinerados en una ceremonia íntima y que ha contado con la presencia de sus familiares y amigos más cercanos, según informan medios locales.

De esta manera, la familia ha cumplido con la última voluntad del escritor, según los medios locales, que han fotografiado a los tres hijos a la salida del crematorio y han mostrado cómo Álvaro Vargas Llosa y Gonzalo Vargas Llosa llevaban dos urnas.

El coche fúnebre trasladó el cuerpo del novelista desde su residencia en Barranco, donde pasó sus últimos días rodeado de su familia. En los exteriores del inmueble se congregaron representantes de diversos medios de comunicación y algunos admiradores que quisieron acompañar simbólicamente el último trayecto del escritor arequipeño, según el diario "El Comercio".

Era su buen amigo Enrique Ghersi el que revelaba que la causa de su muerte fue una neumonía que no pudo superar. Su estado se habría ido debilitando de forma progresiva y, conscientes de que sus últimos días estaban cerca, toda su familia viajó a Lima para estar a su lado cuando llegase el momento.

El exclusivo edificio de apartamentos con vistas al Océano Pacífico en el que residía en la capital de Perú fue el lugar elegido por sus seres queridos para velarle en la más estricta intimidad. Y aunque Vargas Llosa pidió expresamente que su adiós no fuese multitudinario ni estuviese rodeado de grandes homenajes, fue inevitable que decenas de seguidores del autor se hayan congregado en los alrededores de su casa, hasta donde llegaron a lo largo de toda la jornada innumerables coronas y ramos de flores.

Autoridades políticas

También diferentes autoridades políticas, como la presidenta de Perú, Dina Boluarte, o los ministros lmer Schialer, Leslie Urteaga y Daniel Maurate, que se desplazaron hasta su residencia para transmitir sus condolencias a la familia en este doloroso trance.

Muy afectados, aunque serenos, los hijos del Nobel quisieron salir a las puertas de su apartamento para agradecer públicamente las muestras de cariño que recibieron tras la pérdida de su padre. Fue Álvaro el que tomó la palabra mientras Gonzalo y Morgana, completamente de luto y sin poder ocultar su desolación, ejerció de portavoz de la familia.

“El Perú ha perdido a uno de sus mejores hombres y nosotros a un ser infinitamente querido, a quien vamos a echar de menos, pero nos queda el consuelo de no solamente extraordinario padre que fue, sino del hermoso legado que le ha dejado al Perú y al mundo”, ha expresado su primogénito.

“Queremos agradecer infinitamente las muestras de afecto que nos están llegando de amigos, conocidos y anónimos que querían y admiraban a mi padre por diversas razones y han encontrado la forma de hacernos llegar su afecto y condolencia. Mi padre era una persona universal, de manera que es natural que haya fuera de las fronteras del Perú, congoja y tristeza por lo ocurrido, pero nunca pensamos que tomaría las proporciones que ha tomado, de manera que expresamos una infinita conmoción por lo que estamos recibiendo” ha añadido muy emocionado.

Los restos mortales de Vargas Llosa abandonan su residencia en un coche fúnebre a las 00.00 hora española -16.00 hora peruana- y, siguiendo sus deseos, serán incinerados. Por el momento, la familia no ha revelado dónde reposarán sus cenizas.