La pata de perro o carmelita descalza, una curiosa planta de Galicia

Andryala integrifolia, conocida en castellano como carmelita descalza, cerraja lanuda, chicoria de la pared, pan de conejo o pata de perro. También se le conoce como árnica, si bien esta denominación es aplicada a otras muchas especies entre las cuales ocupa un lugar destacado Arnica montana. En gallego se le llama andriala de folla enteira, pata de can o tripa de ovella, es una planta herbácea bienal o perenne, perteneciente a la familia de las Asteráceas o Compuestas. Es muy común en toda la región mediterránea y abundante en toda Galicia.

Etimológicamente, aunque su nombre genérico Andryala es de origen dudoso, parece proceder de las palabras griegas andros, que significa “macho o hombre”, e hyalos, que significa “cristal”, posiblemente en referencia a los estambres que de tan finos que son parecen transparentes. No obstante, a esta interpretación no se le encuentra relación con las características generales de la especie en concreto. Su epíteto integrifolia proviene de las palabras latinas integer que significa “entera o indivisible” y folium que significa “hoja”, en alusión a la forma del margen de sus hojas, aunque tampoco no se corresponda exactamente con la realidad.

Toda la planta está recubierta de una vellosidad más o menos densa y glandulosa, que le confieren un aspecto aterciopelado blanquecino, de ahí su epíteto castellano de “lanuda”. Su raíz es napiforme. En general, sus tallos son normalmente solitarios, simples o muy ramificados sobre todo en la parte superior, pudiendo alcanzar más de un metro de altura. A diferencia de otras Asteráceas segregan látex. En cuanto respecta a la forma de sus hojas y al tipo de inflorescencia, su porte es muy variable. Sus hojas inferiores pueden formar una roseta basal, mientras que las presentes a lo largo del tallo son alternas, enteras o a veces dentadas, lanceoladas u ovadas, terminando en un ápice que va de obtuso a agudo. Las inferiores tiene peciolo y las superiores, más anchas, son sentadas, es decir sin peciolo. Todas son pubescentes, recubiertas de dos tipos de pelos: estrellados y cortos. Las flores, todas hermafroditas, es decir, que tiene ambos sexos, se reúnen en inflorescencias de tipo capítulo, presentando en su base un involucro o verticilo de brácteas lanceoladas también pilosas. Todas son liguladas. Las lígulas, rematadas en cinco dientes, son de color amarillo pálido, aunque las externas, algo mayores que las internas, están contorneadas de tonos rosados. Las anteras son amarillas. Florece desde la primavera hasta finales de verano, aunque también puede hacerlo durante el otoño, época del año en que la planta es más débil. El fruto es un conjunto de aquenios con costillas blancas y prominentes, no terminados en pico sino truncados en el ápice; presentan un vilano de pelos grisáceos rápidamente caedizos. Crece en campos de cultivo abandonados, bordes de caminos, cunetas y herbazales soleados, prefiriendo suelos secos y pobres en nitrógeno. Es una planta bioindicador de suelos ácidos.

En algunas regiones se consumían sus hojas tiernas, especialmente las basales, cocidas y mezcladas con otras verduras. En otras se consumían sus tallos una vez pelados. Desde el punto de vista médico se le atribuyen propiedades analgésicas, astringentes, cicatrizantes y desinfectantes. La infusión de las partes aéreas fue utilizada como cardiotónico. De sus raíces, poniéndolas en agua caliente, se extraía una goma útil para tratar forúnculos. Esta goma también se utilizaba para atrapar pájaros pequeños. Fue utilizada como forraje para los animales. En veterinaria se empleaba para curara esguinces de las bestias. Actualmente todas estas aplicaciones están casi en desuso. Puede ser atacada por el pulgón Uroleucon mierae. Es una especie melífera.

En algunas zonas de la Galicia mas mediterránea se puede encontrar también la especie Andryala ragusina o ajonje, recubierta de pelos, no glandulosos, que le dan un aspecto blanco amarillento.