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Las salas de espera llenas, los médicos agotados y las cirugías retrasadas son problemas comunes en muchos hospitales del mundo. La sobrecarga del sistema de salud, agravada por el envejecimiento de la población y la falta de personal médico, requiere soluciones innovadoras. Una de ellas podría provenir de la robótica quirúrgica.
Actualmente, los robots quirúrgicos disponibles, como el famoso Da Vinci Surgical System, que cumplió en el mes de julio cuatro años en funcionamiento en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, son herramientas sofisticadas pero con limitaciones importantes. Están diseñados para tareas muy específicas, son extremadamente costosos y requieren la operación por parte de cirujanos altamente entrenados. Esto hace que su implementación sea difícil en hospitales con menos recursos o en zonas rurales.
Además, automatizar completamente una cirugía con inteligencia artificial supone un desafío técnico y ético. Entrenar a una IA para que opere con autonomía exige ingentes cantidades de datos clínicos, imágenes y vídeos quirúrgicos, lo que conlleva problemas de privacidad, estandarización y costos enormes.
La visión es clara: robots que no solo puedan operar, sino también asistir, apoyar y aprender. Robots que sean parte del equipo de salud, trabajando junto a humanos para ofrecer una atención más segura, humana y eficaz.
Ante estas limitaciones, médicos e investigadores proponen un cambio de enfoque: en lugar de crear robots exclusivamente para una tarea específica, ¿por qué no diseñar robots más versátiles, capaces de aprender de otras áreas donde la robótica y la IA han avanzado más rápidamente?
En el último año, los robots industriales humanoides han logrado progresos impresionantes gracias a modelos de inteligencia artificial generativa y de aprendizaje por imitación. Estos robots han aprendido a manipular objetos complejos, trabajar en entornos cambiantes y colaborar con humanos en fábricas, almacenes e incluso hogares. ¿Por qué no aplicar esa misma tecnología en el quirófano?
La clave está en diseñar robots quirúrgicos con formas más humanas: brazos, muñecas y manos con múltiples dedos, similares a los de los robots industriales más avanzados. Esto permitiría construir robots quirúrgicos de propósito general, es decir, capaces de adaptarse a una variedad de tareas médicas sin necesidad de rediseñarlos para cada una.
Estos robots no reemplazarían al cirujano, al menos no en el corto plazo. Pero sí podrían asistir en tareas repetitivas, físicas y demandantes como sostener una sonda de ultrasonido o una cámara durante una intervención, entregar instrumentos al cirujano manteniendo la esterilidad del campo quirúrgico, limpiar o preparar la zona operatoria antes de una cirugía o supervisar constantes vitales o registrar datos durante el procedimiento.
Este tipo de apoyo liberaría tiempo y energía del personal humano, permitiéndoles enfocarse en las tareas críticas que requieren juicio clínico y experiencia.
Además, la IA ya se está integrando de manera significativa en el campo quirúrgico. Por ejemplo, los algoritmos de aprendizaje profundo pueden analizar imágenes médicas como tomografías o resonancias magnéticas para ayudar a planificar con precisión el abordaje quirúrgico más adecuado, o la predicción de complicaciones con modelos predictivos que pueden anticipar riesgos de sangrado, infecciones o recuperación prolongada, ayudando al equipo médico a tomar decisiones personalizadas.
Comprar un robot diferente para cada tarea o área médica no tiene sentido desde un punto de vista práctico ni económico para un centro hospitalario. En cambio, un robot humanoide multifunción, dotado con IA adaptable, podría realizar múltiples funciones dentro de un hospital. Por otra parte, al aprovechar modelos de IA ya entrenados en entornos industriales, se puede acelerar el desarrollo de robots quirúrgicos útiles sin depender exclusivamente de costosos datos médicos.
Aunque aún falta tiempo para ver robots quirúrgicos humanoides operando de forma totalmente autónoma, su evolución podría aliviar la carga del personal médico y mejorar la atención al paciente. Poco a poco será más común ver robots quirúrgicos mucho más accesibles, eficientes y colaborativos en los próximos años.
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