Vídeo | Una mujer recupera el habla 18 años después gracias a la inteligencia artificial

avance en ciencia

Un sistema mediante electrodos implantados en su cerebro permite la lectura de su actividad eléctrica capaz de generar un flujo continuo de discurso

Ann utilizando el programa que le permite hablar mediante inteligencia artificial
Ann utilizando el programa que le permite hablar mediante inteligencia artificial | UCSF

Ann sufrió un ictus cuando tenía 30 años, provocándole una parálisis cerebral severa que le hizo perder el control de todos los músculos del cuerpo. Esta mujer precisó de múltiples sesiones de terapia física para poder mover los músculos faciales para poder reír o llorar, pero pese a todo, los músculos del habla permanecieron inmóviles.

En 2023 Ann participó en el desarrollo de una revolucionaria interfaz cerebro-ordenador, que le permitiría facilitar su comunicación a través de un avatar capaz de expresar su discurso y sus expresiones faciales. Ahora, este sistema aún experimental, ya es una realidad para ella. No es la primera interfaz cerebro-ordenador que se testa en seres humanos, pero este nuevo sistema presenta la ventaja de necesitar un tiempo mucho menor para traducir los pensamientos a palabras.

El artículo científico sobre el implante publicado en la revista Nature, explica que este dispositivo emplea unos electrodos emplazados en áreas claves del cerebro del paciente, que registran la actividad eléctrica que tiene lugar en estas regiones cuando la mujer trata de hablar.

Este sistema puede ofrecer numerosas ventajas frente a los actuales si llega a aprobarse. Por una parte, su velocidad de procesamiento, defienden los autores del logro, puede permitir a los pacientes con parálisis tener conversaciones mucho más fluidas; por otra parte, el sintetizador de voz generado a través de la voz de la propia paciente supone un avance frente a otros métodos, que usan o bien una voz completamente artificial o texto escrito.

Mientras tanto, Ann contaba de qué modo la participación en el ensayo clínico ha cambiado su vida. "Me ha dado una sensación de propósito", decía en el artículo de la Universidad de California. "Siento que contribuyo a la sociedad. Que vuelvo a tener un trabajo. Es una suerte que haya sobrevivido; pero este estudio ahora está permitiéndome que vuelva a vivir de verdad".

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