Luis Enrique Veiga Rodríguez . (A Coruña)
Al ver estos días como un régimen dictatorial como el de Asad bombardea a su propia población originando un número incalculable de bajas entre sus mujeres y niños, y en general contra todos aquellos que piden un cambio de régimen después de aguantar durante años la dictadura, es inadmisible en un mundo que se dice civilizado como el de hoy y solo pueden ser calificados de crimen contra la humanidad. No está claro cuánto tiempo podrá mantenerse Al Asad en el poder, pero desde luego cuando un líder político apunta las armas contra su propia gente hay poco que discutir.