El parón del sector de la construcción lastra la exportación de la pizarra gallega

La exportación de pizarra no repunta. Si los datos correspondientes al acumulado del primer trimestre indicaban un descenso del 10 % en el volumen de piedra vendido en el exterior respecto al mismo periodo de 2024, un mes después, los datos de los cuatro primeros meses indican una nueva caída. Las 126.400 toneladas vendidas en este tiempo están un 13,8 % por debajo de las 146.674 del año pasado, que tampoco fue bueno, con un 5,1 % menos que en 2023.

Las compras de los principales clientes de las productoras de pizarra, lejos de recuperarse continúan su caída. Así, las importaciones del mayor importador, Francia, bajaron un 18,7 %, en tanto que el Reino Unido descendía un 11,7 %. Sigue sus pasos, el país que ocupa el tercer lugar, Alemania, con un descenso del 10,1 %. Un país por el que apuesta fuertemente el sector de la pizarra y que es el quinto comprador de esta roca, Estados Unidos, tampoco logró números en positivo, quedándose un 7,8 % por debajo de los del año anterior.

La nota discordante la puso el país vecino, Portugal, un mercado que también centra el interés del sector. Según la estadística que manejan los empresarios, el volumen de pizarra que salió hacia el país vecinos fue más del doble que el del año anterior, aumentando un 58,8 % el total acumulado entre enero y abril, respecto al de esos mismos meses de 2024.

Empleo

Todo ello según los datos que maneja el Clúster de la Pizarra de Galicia. Cabe recordar que las empresas asociadas exportan el 55 % del total nacional, generando aproximadamente 2.400 empleos directos, en torno a los 10.000 indirectos y generando el 26 % del producto interior bruto (PIB) de la economía valdeorresa.

“La construcción no acaba de tirar”, apuntaron fuentes del sector, donde confían en que más pronto que tarde “pueda remontar”. Las crisis internacionales están detrás de una etapa de incertidumbre que no favorece a los mercados, derivando en una “situación económica que no es buena”. Este mal momento económico frena el deseado repunte de la construcción, con la práctica paralización de la obra nueva y manteniéndose en buena medida con otro tipo de trabajos.

A esta circunstancia hay que añadir la disminución de las existencias en las grandes cadenas de distribución de esta roca, las cuales podrían haber acordado reducir el volumen de pizarra almacenado después de varios años aumentando el volumen de compras, según indicaban recientemente fuentes empresariales.

En cuanto a la facturación, las productoras de pizarra facturaron en el primer cuatrimestre 113,92 millones de euros, un 12 % menos que un año antes, cuando alcanzaron los 129,45. El leve repunte de un 2,1 % en el precio medio de la tonelada de pizarra, que pasó de 882,6 a 901,3 euros por toneladas ayudó a que la caída de los ingresos no fuese mayor.

Francia continúa siendo, con mucho el mayor importador y con diferencia. Las 61.278 toneladas adquiridas en el periodo reflejado en la estadística suponen casi la mitad de la pizarra exportada, más concretamente el 48,47 %. De ahí que todas las miradas estén puestas en el país vecino. Ya muy lejos de esos números se posiciona Gran Bretaña, con la importación de 31.570 toneladas y casi la cuarta parte del total: el 24,97 %.