Verín ya aprende sin su “profe” más querido y polifacético

Con el paso de las semanas, la comunidad educativa del Amaro Refojo de Verín “aprende” poco a poco a vivir sin el lazano Fran Guede (Laza, 1965), incombustible profesor de Educación Física en Primaria desde 2003, y que se jubiló el pasado 30 de septiembre.

Su último día arrancó con una batucada sorpresa de los alumnos, quienes participaron junto a compañeros, familias y personal en un emotivo pasillo a Guede. No faltaron la música y los disfraces, dos de sus grandes pasiones junto al deporte y los cuentos. Como colofón, el docente recibió obsequios y el cariño de todos en una gran fiesta en la finca Estela do Val.

La despedida de la comarca a Fran Guede no es más que un reflejo del amor que este Peliqueiro ha ido cultivando estas tres décadas. Su primer destino fue A Mezquita, en 1992, donde estuvo 12 años antes de recalar en el Amaro Refojo, previo paso por el colegio de Oímbra. En todos ellos dejó una profunda huella, fruto de una pasión por la vida absolutamente contagiosa.

“Non os merezo”

Por su parte, Fran no tiene más que palabras de agradecimiento: “Teño uns compañeiros e uns nenos que non os merezo”. Preguntado por su “secreto”, afirma que no es más que “practicar a empatía, os cativos veñen con alegría e ilusión e tódolos profesores damos o mellor de nós. Se eu fora alumno, a min gustaríame estudar neste cole”.

Estos elogios son compartidos por los que hasta ahora han sido sus compañeros, que coinciden en señalar que Fran “deixa un baleiro enorme no centro, non só pola súa calidade humana, senón polos seus infinitos recursos coa guitarra ou o teatro para ensinar o alumnado”.

Esas facetas y su labor promoviendo la lectura confluyeron en “Ficcionario Musicanimal”, un libro original en el que Guede dio rienda suelta a su imaginación y talento como cuentacuentos.

Por si todo esto fuera poco, el deporte también es una constante del ya exprofesor. Es más fácil citar los que no practica que los que sí —bicicleta BTT, pádel, tenis, ping-pong, voleibol o esquí—, pero al que más horas dedicó fue al fútbol sala, tanto como jugador como entrenador, y fue impulsor de una generación dorada en Verín.

Para Guede, los niños “son o futuro”, y seguirá echando una mano en el Amaro Refojo “porque aínda me sinto parte del”. Ahora dedicará más tiempo a su familia, así como “á música, a viaxar e a facer o Camiño de Santiago”. En definitiva, vive esta nueva etapa con una sonrisa porque “non podo estar quieto e tampouco teño medo de aburrirme”.