San Ciriaco bendijo la romería Non máis lumes en Viana

FRADELO

Cerca de 300 personas participaron en una jornada cargada de emociones, de unión, encuentro y fe en la que no faltó la misa, en el exterior de la capilla y rodeada por los tractores y cisternas

Un momento de la misa junto a la capilla de San Ciriaco.
Un momento de la misa junto a la capilla de San Ciriaco. | C.C.

La capilla de San Ciriaco, en Fradelo (Viana do Bolo) fues escenario en la jornada de ayer una romería tradicional con un caracter reividicactivo, el de cuidar los montes y decir alto y claro “Non máis lumes”.

Cerca de 300 personas participaron en una jornada cargada de emociones, de unión, encuentro y fe en la que no faltó la misa, en el exterior de la capilla y rodeada por los tractores y cisternas de los vecinos que en las últimas semanas colaboraron todos a una para frenar el fuego que asoló la zona, la música tradicional y la gastronomía popular.

La romería empezó a las doce y media del mediodía con la misa oficianda por el párroco de Viana, Toni que, junto a los vecinos de Fradelo, se encargó de la organización del evento en el que también colaboraron los concellos de Viana y Vilariño. Una romería improvisada que surgió tras horas de trabajo conjunto para frenar las llamas que afectaron a ambos municipios, y que ha sobrepasado todas las expectativas, lo que apunta a que pueda haber nuevas ediciones.

Música y dulces

La elección de la aldea de Fradelo como punto de encuentro, trasladaban desde Viana, se debe a que se encuentra estratégicamente ubicada entre los concellos de Viana y Vilariño de Conso, y era intención de los promotores aunar a los dos concellos en defensa de los fuegos que, durante las últimas semanal, afectador a ambos municipios. Tras la misa, se llevó a cabo la bendición de los tractores y cisternas que colaboraron en los trabajos de extinción.

Posteriormente, se celebró una comida campestre con un menú a base de pulpo y ‘porco ao espeto’, aderezado por los dulces caseros que aportaron las mujeres de la parroquia de Viana y la música de los gaiteiros que alargó la sobremensa hasta bien entrada la tarde-noche.

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