Los danzantes de Lamas protegen su tradición

As Lamas es una localidad del concello de Xinzo de Limia, y su celebración y honra de Santa Cruz de Lamas, marca el inicio de la temporada de fiestas patronales en A Limia. El domingo, los Danzantes de Lamas salen a acompañar con sus bailes a la procesión, que empezará a las 12,00 horas, y reverenciar a los Santos y a la Virgen que hacen un recorrido desde la iglesia hasta la capilla.

Esta tradición centenaria se recuperó en 1981 por un grupo de paisanos, después de que dejase de hacerse durante el franquismo, y desde entonces han sido varias generaciones de Danzantes, tradicionalmente varones solteros, los que han protegido y han mantenido vivo este baile tradicional.

Ángel Vidal, Juan Ribeira, Álex Joga, Carlos Morales, Dani Pérez, Pablo Taboada, Yago Taboada y Jorge Joga son los ocho vecinos de As Lamas que este año participarán en la tradición, vistiéndose con los típicos trajes y realizando los seis bailes que la conforman. “Eu levo danzando dende o 2009”, explicó Yago, aunque los más veteranos son Ángel y Juan, que llevan más de dos décadas participando.

“As seis danzas conserváronse de xeración en xeración”, explicaron. Una de las figuras que estos jóvenes destacaron fue el padre de Ángel, que además de ser uno de los vecinos que recuperó esta tradición hace más de cuarenta años, consiguió grabar una cinta con la música y que se pudiera ensayar sin músicos, como se hacía antes. “Aínda ensaiamos ata fai un par de anos con esa cinta”, explicó Álex.

“Nós empezamos a ensaiar despois da misa que marca a novena antes da festa”, explicaron, y hacen hincapié en que al llevar varios años el mismo grupo, los ensayos son más bien recordatorios. “Sempre ven alguén novo porque falta alguén, pero practican un par de anos antes de facelo por primeira vez”, añadieron al comentar que este domingo se estrenará Dani.

Para no perder esta tradición, se está valorando que las mujeres puedan participar en la danza, aunque muchos vecinos consideran que la norma debería mantenerse, pero antes de que desaparezca estarían conformes. “Para nós significa moito, estamos toda a festa esperándoo”, explicaron, “significa unha volta ás raíces, o vínculo familiar é moi forte”, añadió Yago. La mayoría de estos ocho jóvenes han tenido familiares que han sido danzantes en el pasado.

Seis bailes

“No primeiro baile utilizamos as castañolas, que é a venia á Virxe”, explicó Jorge, “despois temos catro bailes con paus que imos facendo mentres acompañamos á procesión”, continuó, “e rematamos cos lazos, dando unha volta que lle chamamos a lenta”. Al terminar la procesión, los ocho bailarines se encienden un puro y dan la vuelta “rápida”, en la que se preocupan de hacer espectáculo para el disfrute de los asistentes, tirando de los lazos y corriendo.

El traje característico de los danzantes está compuesto de zapatos negros, pololos blancos, una falda roja, camisa blanca y corbata negra, y una corona de flores, que se acompañan con una banda azul o roja, dependiendo del lado que ocupen los bailarines: azul al lado derecho, rojo para el izquierdo.