Cantabria-COB: Partido para olvidar (o no) (87-66)

El COB llegaba a Torrelavega lanzado en confianza y con tres victorias consecutivas basadas en un baloncesto equilibrado y valiente que le hacían ser optimista ante un rival en el polo opuesto, tanto en sensaciones como en momento físico. Un partido después y la vuelta al calcetín ha sido completa. Los locales tiraron de orgullo y oficio para sacar una victoria reconfortante y los ourensanos se montaron en el autobús con una colección de errores y una sensación permanente de impotencia y falta de calidad que obliga a reflexionar sobre los motivos y, sobre todo, a bajar de golpe a la tierra y asumir que el objetivo tiene que ser muy prudente. Por ahora, no hay para más.

Después de tres partidos creciendo y con mucho que elogiar, siempre desde la colectividad, vino una bofetada rotunda. El COB se descosió totalmente tras el paso por los vestuarios, pero ya antes estaba incómodo en el juego e irreconocible en el estilo. Cero puntos al contraataque y un juego en estático teniendo que masticar una y otra vez cada movimiento. Incapaz de soltar amarras y darle ritmo a un partido con permanentes parones por faltas y con contactos para aburrirse. Es lo que quería el Cantabria y por ahí empezó a ganar el partido.

Desde la calidad individual de Rafa Lisboa y la muñeca puntual de Sean McDonell y Kentwan Smith, el COB pudo ir dominando igual en el marcador. Sin jugar nunca a lo que querría, pero por cinco llegó a mandar el equipo ourensano en sus mejores minutos de ritmo y con algo de acierto (34-39). Ahí, cuando más dudas podían tener los anfitriones, los visitantes dejaron escapar la oportunidad de hacer daño. No tuvieron colmillo para ver el momento.

El Cantabria, que ya tenía bajas importantes, perdió de golpe a Bautista Lugarini y a Pablo Hernández. El pívot argentino se lesionó y el alero gallego, que estaba siendo el mejor de los suyos, fue expulsado por una antideportiva y una técnica. Un panorama negrísimo al que le puso luz en los minutos finales con un 7-0 que los enviaba a los vestuarios por delante en el marcador (44-41).

Parcial inaceptable

El COB acabó la primera mitad con casi dos minutos sin anotar una sola canasta, pero era imposible intuir que era un presagio de lo que estaba por venir. Otros tres minutos y medio tardaron en volver a anotar una canasta, pero esa de Lisboa perdía dramatismo porque el Cantabria también se había olvidado de anotar (44-43). Lo siguiente que produjeron los de Moncho López fueron dos tiros libres, a 2:28 del final del cuarto, e incluso así, ya totalmente desnortados y tras una sucesión de combinaciones de Moncho López que tampoco ayudaron a mejorar, el COB seguía en partido (49-45).

Las limitaciones de los locales, de número y también de baloncesto, permitían a un COB nefasto seguir creyendo que tenía opciones, pero se olvidó de ellas a la que los nombres propios del Cantabria vieron algo el aro. Samu Rodríguez tiró de raza, Powell y Pérez de talento y Yu no perdonaba ninguna de las muchas ventajas que tenía cerca del aro.

El cambio de cuarto no varió nada. Otros 3:14 sin meter ni un solo punto, un parcial arrastrado de 16-0 y asunto resuelto (65-47).

Ya había pasado en Alicante, en la jornada inicial, y pasó de nuevo. Esta vez con más dolor, porque habían pasado semanas en las que la evolución del equipo hacía pensar en más argumentos para competir, pero visto el desaguisado hace dudar otra vez en los recursos reales con los que cuenta el COB esta temporada.

Ya con el partido resuelto confirmó que es un equipo trabajador y honrado, que nunca se dejó ir, pero hasta ese momento evidenció que no tiene individualidades para competir, desde la calidad, el físico o la experiencia con equipos con más “argumentos”. Una sensación preocupante de que no fue solo un mal día.

Ficha técnica

Cantabria: Rodríguez (20), Yu (12), Hernández (10), Pérez (11) y Johnson (8) -cinco inicial- Powell (13), Taboada (-), Lugarini (-), Martínez (5), De la Llama (2) y Kande (6).

COB: Smith (7), Kalscheur (-), McDonnell (9), Lisboa (15) y Gill (1) -cinco inicial- Jürgens (13), Okanu (2), Vázquez (2), Fernández (14), Huguet (2), Seixas (-) y Iglesias (1).

Árbitros: Rial, Cañigueral y Piñeiro.

Incidencias: Vicente Trueba, más de 3.000 espectadores.