El COB persigue la excelencia

Paso a paso ha ido siguiendo el COB el mapa marcado que lo lleva hasta Menorca como líder de la liga, la ilusión desatada entre sus aficionados y la convicción de que una victoria más supondría una confirmación indiscutible. Por el nivel del rival y la dificultad del escenario el tesoro tendría un valor exagerado en todos los frentes, deportivo, competitivo, social y hasta económico.

Como Barbarroja hace casi 500 años, el COB intentará conquistar la isla y confirmar que su dominio no es casualidad. A diferencia del pirata, el equipo de Moncho López no llega por sorpresa ni abusando de poder. Aterrizó con las cartas boca arriba y un estilo de juego innegociable.

Ahí estará, previsiblemente la clave de la batalla. Se miden uno de los equipos más atrevidos y vertiginosos de la competición y uno de los más pausados y tácticos. El que imponga el ritmo de juego debería tener mucho ganado.

El COB debe estar preparado para jugar ataques largos y masticando las posesiones, aunque seguro que hará todo lo posible para correr y jugar vertical al aro siempre que se pueda.

El Menorca casi no concede rebotes en su aro, se siente cómodo con el reloj de posesión amenazando y no necesita marcadores altos para salir ganador.

Después de solo tres jornadas no son leyes estrictas y todo podría girar, pero no lo parece por los peones que tienen los dos banquillos.

El entrenador del COB suele dar minutos a sus 12 jugadores ya en el primer cuarto. El del Menorca insiste en un quintero fijo las tres cuartas partes del partido. Y por ahí se entiende lo importante que será el ritmo. Si el COB consigue subirle marchas al partido será imposible para el Menorca mantener en pista tanto como le gustaría a jugadores como Víctor Arteaga o Marko Lukovic. Y sin ellos el equipo no es el mismo, ni en estilo ni en pegada.

El otro lado de la moneda es saber cómo será capaz de jugar el equipo ourensano si se limitan sus contraataques, su juego en transición y los tiros liberados en los primeros segundos de posesión. Lo sufrió en la primera mitad en Oviedo y estuvo incómodo.

El Menorca es más peligroso que el Oviedo. Tiene físico en los emparejamientos para limitarlos y experiencia en posiciones clave para saber llevarlo a la práctica. Sin duda, un examen tan complicado de superar como valioso.

Ganar esta noche asentaría al COB en el grupo de los elegidos y abriría la puerta a dos partidos consecutivos en el Pazo (Gipuzkoa y Morón) en los que las entradas en las gradas podrían ser de otros tiempos. Las tres primeras jornadas de la liga han inflado el globo incluso por encima de las previsiones más optimistas. Ganar en Menorca sería un empujón definitivo a la temporada.

El COB viajó a Menorca con la plantilla al completo. Ha entrenado toda la semana con la convicción de que una victoria más lo puede cambiar la realidad de la temporada.