DERROTA EN EL PAZO
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BORRÓN Y CUENTA NUEVA
Vuelve la Primera FEB al Pazo. Porque, entre salidas y descansos, la casa cobista lleva desde el 4 de octubre sin acoger un duelo liguero, Copa España a parte. Y este que viene es importante. Porque el COB buscará reencontrarse con la senda del triunfo tras el tortazo (y los tortazos) de Cantabria. Enfrente estará un Menorca con más peligro y plantilla que resultados en este tramo inicial marcado por un duro calendario. Será un duelo para calibrar la capacidad de reacción cobista. Hay ganas de lamerse las recientes heridas para continuar consolidándose en la parte de la clasificación que se consulta mirando hacia arriba.
Los de Moncho López trabajaron durante la semana para pulir los defectos que se vieron en Torrelavega. Que esa frustración con la que se subieron al bus de vuelta se convierta en hambre y ganas. En el debe, esos momentos de sequía ofensiva que pueden llegar en un equipo que va falto de generadores/anotadores y que necesita al colectivo para sumar puntos al luminoso. Lisboa fue en las dos últimas jornadas el que tuvo más momentos de inspiración, pero harán falta más pasos adelante para seguir el ritmo si el encuentro se pone anotador. Que Kalscheur, una suerte de termómetro del equipo, se reencuentre, que los jóvenes vuelvan a aportar y un mejor día de la dupla de pivots (a Romaro Gill aún le falta “ese” partido), aparecen como claves. Situaciones con desajustes o precipitaciones por tratar de meter la segunda canasta antes que la primera, prohibidas.
En la parcela defensiva tocará contrarrestar a un Menorca que tiene diferentes armas para hacer daño en ataque y llega al Pazo tras meterle 97 puntos al Cartagena. Una de esas plantillas con nombres interesantes dentro y fuera. Dependiendo de la tarde, una puede compensar a la otra y eso siempre es un plus.
Y es que el Menorca tiene jugadores con salvoconducto para lanzar desde donde quieran sin mirar la estadística, como Littleson o Cone, especialistas como Sola, con defensa, fuerza y, cada vez más, puntos, una referencia interior clásica como Arteaga y otro pívot más dinámico como Wembi. Un Lobo capaz de explotar en cualquier momento, los excobistas Figueras y Molins (con aquella mala suerte en forma de grave lesión en As Burgas) o el joven e interesante Schott son otros nombres a tener en cuenta.
Un partido para coger el lado bueno de la encrucijada de caminos, optimismo o cierta preocupación. Después se repetirá en casa ante el Cartagena, antes de visitar Fibwi Palma. Oportunidades para colocarse en una situación muy positiva antes de que llegue un tramo, a priori, más complicado del calendario. El COB quiere reivindicarse, contará con su gente y llega con la lección aprendida. Ahora le toca hacer buena la fórmula para que la teoría se convierta en práctica.
Moncho López, entrenador del COB, analizó el duelo de esta tarde señalando que “llegamos al partido después de una derrota que, por como fue, nos dejó malas sensaciones y se notó durante la semana. A pesar de que nos centramos en el Menorca, fue imposible no fijarnos e insistir en comportamientos tácticos del partido en Cantabria. Llegamos sabiendo lo que queremos hacer, cuál es nuestro plan de juego ante un rival muy potente. Menorca, tanto por plantilla como por nivel, pertenece a la aristocracia de la liga”.
El técnico cobista destaca que “el Menorca exige mucho tácticamente. Primero, cuando atacas, tiene una variedad defensiva que otros equipos necesitan una temporada entera para tener. Tienes que saber qué puede pasar en el duelo, mentalizarse que habrá estrategias defensivas del contrario que tendrán parte de juego mental, psicológico. No entrar en malas ejecuciones o en egoísmos por querer ayudar. Y, defendiendo nosotros, es un Menorca con más amenazas de las que tenía el pasado año”, detalla Moncho López.
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