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Cónclave en San Sebastián

COB - Gipuzkoa

El COB busca el play off de ascenso en la última jornada de la fase regular ante un Gipuzkoa que persigue el mismo objetivo en una noche decisiva

Publicado: 09 may 2025 - 06:45 Actualizado: 09 may 2025 - 13:02

Los jugadores del COB, durante un entrenamiento en el Pazo Paco Paz.
Los jugadores del COB, durante un entrenamiento en el Pazo Paco Paz. | MIGUEL ÁNGEL

No va más. La ruleta que ha sido la fase regular de la Primera FEB se para y el COB confía en que su bola esté colocada en la casilla del play off. Un curso de altos y bajos, de alegrías y decepciones, que los ourensanos confían en prolongar y hacerlo con una sonrisa en el rostro. Un premio que exige superar un último reto de altura. Las cuentas están claras: los ourensanos tienen que ganar en Gipuzkoa a un rival que se juega exactamente lo mismo, aunque con más opciones. A partir de ahí, si el Tizona pierde con el Obradoiro, a los ourensanos les valdrá vencer por la mínima. Si no, deberán recuperar el basketaverage del duelo de ida en el Pazo, que terminó con triunfo vasco por 76-83.

Será una noche de piernas, muñecas y mucha cabeza. Obligatorio controlar las emociones o, mejor aún, hacer que jueguen a tu favor. El COB tendrá que seguir la hoja de ruta del último partido, el triunfo ante el Valladolid. Con la condenada rutina de no disponer de Aanen Moody, Charles Barton vuelve a surgir como indispensable para elevar la anotación, ante uno de sus exequipos además. La recuperación de Romaro Gill y del “enmascarado” Marvin Ogunsipe dio otro aire a la zona ourensana, en la que Krikke ha recuperado su mejor nivel. Soldados importantes en la lucha por el rebote, que se vuelve a antojar vital ante un equipo con poderío y capacidad para correr. Tras los quebraderos de cabeza de la enfermería, los de Moncho López parecen haber recuperado cierta estabilidad justo a tiempo y tocando madera.

No puede presumir el COB de tener demasiados jugadores con el colmillo retorcido en este tipo de citas, pero alguno tiene. Sergio Rodríguez o Diogo Brito, que ascendió el pasado año con el Lleida, atesoran experiencia en noches impregnadas con esa tensión especial, donde los puntos y las defensas empiezan en el cerebro. Prohibido perder el “oremus” al primer contratiempo, porque puede resultar fatal.

Al otro lado de la trinchera, un Gipuzkoa que se ganó estar un poco más tranquilo con una victoria de mérito en Santiago la pasada jornada. Los vascos pueden estar en play off incluso si pierden. Tienen red. Pero no quieren pensar en eso. Un equipo que fue creciendo con la competición. Mejoró en sus virtudes, maquilló sus defectos y se reforzó sobre la marcha, especialmente con un Daishon Smith de impacto inmediato tras su aterrizaje. El técnico Mikel Odriozola dio con la tecla en el momento más oportuno y roza las eliminatorias por el ascenso con la punta de los dedos.

Tres equipos para dos plazas. Una ecuación que cuenta las horas para resolverse sin posibilidad de apelación. El equipo ourensano tiene la opción de prolongar su campaña y elevar la ilusión. Depende de sí mismo. Un cónclave baloncestístico que dictará sentencia, guste o no. La pista decidirá y fuera de ella los aficionados apoyarán en vivo y en directo, en San Sebastián, en la pantalla gigante del Pacito o en sus domicilios. Toda ayuda es poca para que el COB derribe la puerta del play off seis años después. La puerta grande.

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