El Gipuzkoa es tóxico para el COB (77-89)

DERROTA EN EL PAZO

El equipo donostiarra nunca ha perdido en el Pazo y terminó con la imbatibilidad casera del equipo de Moncho López, ayer por debajo de su nivel habitual

Lisboa trata de encontrar un pase rodeado de defensores.
Lisboa trata de encontrar un pase rodeado de defensores. | Xesús Fariñas

Tenía que ser Gipuzkoa. Cuatro veces que pasó por el Pazo, cuatro victorias que se llevó. De mil y una formas diversas, pero cuatro victorias. Un rival que disfruta jugando en Ourense.

En esta ocasión, en parte por su constancia durante todo el encuentro, también por su eficacia en los momentos importantes y su templanza para soportar los empujones de quizá, el COB menos reconocible de la temporada. ¿Efecto de la intoxicación sufrida por gran parte de la plantilla hace unos días y el corte a la progresión del conjunto? En Coruña lo hiceron mejor, con menos tiempo de recuperación ante el mejor equipo de la Liga.

Los de Moncho López comenzaron fatal, continuaron mal, reaccionaron regular e incluso aparentaron llegar bien a los últimos minutos y aspirar a la victoria. El pésimo primer cuarto local (12-27) supuso una pesada mochila que no pudo remontar en los otros tres, pese a ganar los parciales.

Con el recinto pensando en Pazolandia -iluminación navideña colgada del techo- y el público pensando en la Navidad -buena entrada, aunque apuntaba a fenomenal por ser el último baile de 2025- el COB comenzó despistado, flojo. Sin la fluidez ni acierto habituales de la temporada.

Romaro Gill fue el mejor ejemplo del nivel general durante los primeros 10 minutos. Atrapado en todas las acciones de bloqueo y continuación del rival, lento en todas las ayudas, torpe en la recepción de balón, precipitado en acciones innecesarias… Pocas cosas le salieron bien al pívot jamaicano, en clara sintonía con su equipo, que comenzó fallando 11 de los 14 primeros tiros de campo, superado por un Guipúzcoa mortal en la respuesta, con tres triples de Hanzlik.

Sólo podía mejorar el COB después de este comienzo. Lo hizo a partir del segundo cuarto, con mayor intensidad en defensa. Más consistente, gracias a las entradas a pista de Okanu e Isaac Vázquez y Lisboa asumiendo esa responsabilidad que todos le atribuyen. Ayer metió 21 y por momentos pareció ser el único sustento de su equipo.

No fue suficiente. Nunca lo fue, porque el equipo de Sergio García respondió a cada intento de reacción con una canasta, más o menos inverosímil y muchas veces en los últimos segundos de la posesión -cómo duele eso- con Ansorregui especialmente inspirado, además de la excelente dirección de su técnico, tanto en la rotación como en el tempo del partido.

El COB redujo las diferencias a nueve, ocho o seis puntos durante momentos de la segunda parte. Pero los visitantes siempre encontraron la forma de superar esas amenazas. Siempre dieron sensación de controlar el partido en contraste con los impulsos locales. El Guipúzcoa cumplió perfectamente su papel. Fue el equipo de Moncho López el que faltó a la cita en el último partido del año en el Pazo.

Cierto es, los locales lo intentaron. En los días donde el violín desafina, hay que recurrir al tambor. El COB llamó a la carga en el último cuarto y -nobleza obliga a reconocerlo- todos acudieron, aunque sólo Rafa Lisboa, el más regular, y un desmelenado Martín Fernández -con mono de minutos importantes- hicieron pupa a los vascos. La cosa se estrechó al 69-75 del minuto 37, pero Hanzlik desde el exterior -triple mortal- Korsantia desde el interior y Jalen Tate en cualquier punto de la pista, despertaron del sueño.

Fin a la Primera FEB en el Pazo en 2025 con una sola derrota casera. Una de las claves de la buena situación que disfruta el equipo de Moncho López en esta temporada. El partido no fue bueno ni bonito, pero una visión general nos recuerda que el año pasado por estas fechas este equipo contaba sólo una victoria más y se consideraba la sorpresa de la competición.

El 2025 terminará el próximo domingo en Oviedo, última visita del COB contra un rival de “su liga”, en otra exigente prueba para testar la calidad del material del que está hecho. Cuidado con la Nochebuena y las intoxicaciones.

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