La ley del más fuerte no admitió apelación alguna entre COB y San Pablo Burgos

FIN DE LA PRIMERA VUELTA

Un COB voluntarioso hincó la rodilla ante un San Pablo que de santo tuvo poco para los intereses ourensanos

El cobista Marvin Ogunsipe busca el pase ante la opsición de Cremo.
El cobista Marvin Ogunsipe busca el pase ante la opsición de Cremo.

La última jugada del partido resumió los 39 minutos y 57 segundos anteriores. Lapornik, casi sin querer, anotó un triple desde su campo para, entre risas, ponerle el lacito al encuentro. La ley del más fuerte dictó sentencia en el Coliseum burgalés. El COBacudió al “juicio” sin complejos, convencido de poner probar su inocencia y con argumentos para salir sin condena. Pero la ley fue la ley y no admitió ningún recurso. El San Pablo Burgos demostró que es el líder, y los ourensanos demostraron que son un equipo que merece elogios. Pero no les dio a los de Moncho López, lastrados por el tobillo de un Romaro Gill que no pudo participar.

Y eso que la puesta en escena fue muy positiva. Todavía con despistes y sufrimiento para defender la zona, los ourensanos marcaron el paso con un 6-12 que hizo carraspear a la parroquia local. A su mascota, un dinosaurio, no. Él reía como si supiese cuál iba a ser el desenlace. Picó piedra un COB coral para cerrar el primer cuarto en ventaja. El segundo ya fue otra historia. El perímetro estuvo negado. Dos triples logró el COB en el periodo inicial. No metió el tercero, obra de Brito, hasta entrado el último. Si eso te penaliza contra el clasificado en el puesto 16, contra el líder sobran las explicaciones. El 3 de 19 final es la mayor sombra en un duelo que también dejó luces.

Javi López defiende al local Cuevas.
Javi López defiende al local Cuevas.

La regularidad en el nivel notable de un Mendikote que es capitán general en este COB, la adaptación de Ogunsipe a lo que Moncho López le pide, la solidez de Brito o la calidad de Krikke en ataque están ahí. La fuerza del grupo, en definitiva, que fue a Burgos a disputar una batalla contra un ejército superior, sin que eso sea caer en el victimismo o poner la venda antes de la herida. El optimismo no debe alejarse mucho del realismo, y no pasa nada. San Pablo Burgos está para otras cumbres.

Así que el duelo terminó con los ourensanos viendo como el caballo se alejaba definitivamente sin posibilidad de echarle mano, cierta relajación defensiva por ambos bandos, un marcador con puntos y una señal televisiva de ida y vuelta que, aun siendo un problema molesto para el respetable, se queda por ahora en excepción.

No deben empañar este par de derrotas (todavía duele la del Pazo ante el Fuenlabrada) la muy buena primera vuelta cobista. Los pronósticos de verano, que cada uno los recuerde cuando los pantalones cortos y las chanclas seguían presentes. Posición privilegiada para afrontar una segunda manga con la ilusión por bandera. Pendientes del estado físico de Gill y con el retorno de Samu Rodríguez asomando por el horizonte. Habrá que esperar un poco para la competición. Toca fin de semana de parón por la disputa de la Final Four de la Copa España. Después llegará Menorca al feudo ourensano. Se volverá a encender la chispa para tratar de recuperar la senda de las victorias. La confianza está intacta.

Trabajo y trabajo. La receta es tan poco original como efectiva. Y si la enfermería respeta al COB, hay motivos para pensar a lo grande, aunque no sean en el Burgos.

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