La Región
JARDÍN ABIERTO
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Cuando el barrio del Jardín del Posío aún era extrarradio, lindante con la calle Ramón Puga, existía un descampado conocido como el Campo de los Solteros, donde los chavales íbamos a jugar a fútbol. Campo que tenía la peculiaridad de que era en cuesta.
Por lo que era de vital importancia ganar el sorteo inicial de campos para escoger la parte de “abajo”, aguantar estoicamente las acometidas del rival que venía de “arriba”, con todo a favor, sin perder el ánimo, contando que en la segunda mitad cambiarían las tornas.
El problema aquí es que San Pablo Burgos juega siempre “arriba”. Su capacidad presupuestaria así se lo permite.
Un equipo larguísimo, donde ya no es tanto problema lograr un rendimiento colectivo, por cuanto las individualidades, Corbalán (23 puntos 4/4 de 2 y 5/5 en triples) o el exACB Dani Díez, por apuntar alguno, ni necesitan ir al barro, pues te pueden coser a triples.
De esta manera y pasados los primeros 17 minutos, se fue minando el ánimo ourensano, que una vez “abajo” ya no logró reaccionar.
¿Cómo te arruinaste?, le preguntaba Bill a Mike en Fiesta (de Hemingway): “De dos maneras. Primero gradualmente y luego de repente”. Así le sucedió al COB. Gradualmente se fueron limitando a los arrebatos de Mendikote, al que su físico le convierte en un potencial slasher (jugador que conduce hacia canasta), un tanto parecido Brito y hasta cierto punto Krikke y Ogunsipe, en cuanto al ataque. En defensa ya tenemos más dudas y no es de resaltar a nadie. Para terminar por arrojar la toalla.
Lo sucedido ayer en Burgos para nada es la realidad de un COB, “que siempre compite” a decir de los comentaristas televisivos. No eclipsa, esta derrota, ni puede tapar la gran temporada que está realizando el conjunto ourensano. Son muchos los aficionados que han vuelto a engancharse con entusiasmo, porque pueden no entender de sistemas, tácticas, pero entienden lo fundamental, la ilusión, alegría, por ver al equipo mantenerse entre los importantes en una competición sumamente exigente. Que no se tuerza el camino ni se pierda el ánimo.
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