Mendikote, bandera de la afición del COB

“Los últimos serán los primeros”, escribió San Mateo. Unos cuantos siglos después, la frase se adapta como anillo al dedo a Unai Mendikote. El vasco fue el jugador que cerró la plantilla del COB este verano, más allá de la ficha 12 que se quedó libre por voluntad propia. Una renovación en diferido. El club salió al mercado buscando un alero, vio que el gasto/calidad no compensaba el riesgo y regresó a lo conocido. Así que el de Portugalete regresaba al Pazo, lo que pidió la afición en el último partido del pasado curso con una pancarta que rezaba “Mendikote renovación”. Y es que el vasco es un ojito derecho de la grada. Un status que se ganó a base de intensidad, entrega y esfuerzo. Si, además, como en el estreno frente al Cartagena, es el jugador más valorado estadísticamente, mejor que mejor.

“Yo me veo muy cómodo en Ourense. Muchas veces, como jugador, tratas de encontrar una estabilidad en una ciudad en la que estás a gusto, que ya conoces. Sentirte parte de un proyecto. Tengo suerte de repetir en un equipo con gente que ya considero amigos. Soy el mismo jugador del año pasado. Hay cosas que, para mí, son innegociables como el trabajo diario, los intangibles y los aspectos del juego que dependen del querer o no querer. Voy a darlo todo por este club, no olvido que apostaron por mí cuando venía de una lesión grave”, explica Mendikote en su presentación oficial junto a uno de los cobistas más fieles, Javier Bolaño.

El poder del grupo

"Estamos por el buen camino, queremos más y creemos que el equipo está preparado"

En la primera jornada, Mendikote se fue a los 10 puntos y 10 rebotes, para un 24 de valoración en 16 minutos sobre la pista. MVP del partido. Un inicio difícilmente mejorable en lo personal y lo colectivo. Semanas de trabajo suficientes ya como para hacer una primera valoración del COB 24-25. “Veo una temporada muy ilusionante por delante. Hemos hecho un grupo muy trabajador, con mucha ambición, que va a competir cada partido. Tenemos claro que el día a día es fundamental para poder cumplir los objetivos. Estamos por el buen camino, queremos más y creemos que el equipo está preparado”, apunta el alero de Portugalete.

Una de las razones para su regreso, como indicó Moncho López, fue el vínculo con la afición. “Hay una conexión con la grada que yo tampoco podía pasar por alto, me parece importante, un factor a tener en cuenta. Quiero a nuestros aficionados ilusionados y reconociendo en jugadores como Unai ese espíritu guerrero. Se merece la renovación por carácter y personalidad, características que queremos que sean predominantes en el grupo”, reconocía el técnico. Otra, que sus virtudes se adaptan a la perfección a la idea de juego que el entrenador de Ferrolterra quiere que los suyos desarrollen. “Queremos un estilo de juego muy dinámico, con ritmo e intensidad. A este grupo de jugadores nos favorece. Atacando muy bien el rebote, algo que personalmente me gusta y me hace sentir cómodo. Estamos aplicando un estilo de juego que permite que muchas situaciones del partido dependan de nosotros. Y en los momentos malos, que sabemos que llegarán, seguiremos unidos y trabajando en la misma línea”.

A por más

Pero el pasado es eso, pasado. La victoria ante el Cartagena por fondo y por forma fue un “subidón”, pero nada más salir del Pazo tocó pensar en el siguiente partido, que tiene toda la pinta de ser más duro y disputado. “Lógicamente, conseguir victorias tan abultadas en una liga tan igualada como esta no es la tónica habitual. Nosotros encantados de sacar partidos así, nos da a entender que hacemos un buen trabajo durante la semana. Pero tenemos que tener los pies en el suelo, fue la primera jornada, en casa contra un rival recién ascendido que pudo acusar los nervios por el debut en la categoría. Nosotros estamos centrados en el partido de Oviedo, que será mucho más duro, físico y competido”.

El cobismo tiene a uno de los suyos peleando al otro lado de la línea lateral. Así lo sienten ambas partes. Unai Mendikote sigue en el COB con ganas de mejorar, de agradecer la confianza cuando el teléfono no sonaba demasiado y de poner su grano de arena para que el equipo crezca. Y quizá, en la despedida de esta temporada, la pancarta de “Mendikote renovación” vuelva a lucir en el Pazo.