El Pazo, contra sí mismo

El Palmer (82-69) y el Menorca (84-80). Dos partidos en el Pazo y dos victorias. No se puede pedir más, pero tampoco parece una cifra para descorchar el champán, de no ser porque la rentabilidad del COB en su cancha no ha sido nunca un aval excesivamente fiable desde hace ya bastantes temporadas. El equipo de Moncho López recibe mañana al Cartagena y busca igualar una racha que suena techo cada campaña. Desde 2018 el Pazo no ve ganar a su equipo más de tres partidos seguidos, exceptuando el año en la LEB Plata (2021/2022). Han pasado siete temporadas en la segunda categoría nacional y el COB nunca ha podido romper esa cifra de tres triunfos seguidos. No parece tanto pedir, pero ahí se queda.

“Tenemos que hacer del Pazo un verdadero fortín”. Eso decía Moncho López antes del primer partido de liga. No es una frase ingeniosa, pero sí de una importancia enorme. El objetivo de la temporada pasa por hacer bien los deberes en Ourense. Del botín que se consiga dependerán los agobios para sellar la permanencia o las opciones de pelear por algo más ambicioso. Además, la temperatura del pabellón, que aumenta al ritmo del equipo, también cuenta. Por todo eso, el COB tiene claro que este partido tiene más valor que solo el clasificatorio.

Tres, que son cuatro

El COB aspira mañana a su tercera victoria consecutiva en el Pazo, pero en realidad sería la cuarta. En medio de los dos partidos de liga, el equipo ourensano recibió al Cartagena en la eliminatoria de la Copa España y, curiosamente, repite ante el mismo rival para prolongar la racha, medir su fiabilidad y romper su propia barrera. El COB fue muy superior y avanzó de ronda en la Copa, pero la liga apunta a un partido mucho más igualado e imprevisible. El Cartagena obligará al COB a su mejor versión si quiere seguir invicto en casa.

Desde 2018 sin ganar cuatro seguidos

Enlazar cuatro triunfos consecutivos como local es una cifra interesante, pero no debería ser “imposible” para un COB que ha firmado temporadas sobresalientes.

La campaña pasada el techo se quedó en tres y fue justo al final de la campaña. El equipo ourensano firmó una primera vuelta espectacular e incluso ahí no pudo con ese récord. Gipuzkoa, Tizona y Fuenlabrada se fueron intercalando con una racha que tenía a los ourensanos con solo 5 derrotas en las 15 primeras jornadas.

Hay que irse a 2018 para encontrar a un COB capaz de ganar más de tres partidos seguidos en el Pazo y fue en una campaña inolvidable. Aquel COB empezó la liga con un 1-14 demoledor, pero los fichajes de Jhornan Zamora y Davis Rozitis surtieron un efecto impensable y el equipo enlazó seis victorias seguidas en el Pazo y, en total, once en doce jornadas.

Incluso en la temporada del ascenso a la Liga ACB (2014/2015), el COB no fue capaz de romper el “gafe” y sumar más de dos victorias seguidas ante su público en la liga regular. En el play off ganó el primero ante el Melilla, los dos iniciales de la serie ante el Lleida y el primero contra el Breogán, llevando la racha hasta seis triunfos.

No pierde en casa desde marzo

Las tres victorias consecutivas del COB en el Pazo llegaron en el momento clave de la temporada pasada. El equipo empezó a encadenar derrotas y solo fue capaz de ganar en Burgos al Tizona. El riesgo de tener que sufrir por la salvación empezó a ser real con solo seis jornadas por disputarse. Ahí el equipo recuperó su mejor versión y llegó a la última jornada, en San Sebastián, peleando por una plaza en los play off de ascenso a la Liga ACB. Antes, rompió la mala racha y aseguró la permanencia ante el Castellón, confirmó el cambio de dinámica contra el Palencia y se despidió del Pazo ganando al Valladolid.

El último rival que ha sido capaz de ganar en Ourense fue el San Pablo Burgos. El entonces líder de la liga y después campeón derrotó al COB el 29 de marzo. Desde entonces van seis victorias seguidas.

Ambientazo en la grada

El trabajo del club se nota en el ambiente del Pazo y seguro ayuda a que el COB se sienta más confiado ante su público.

Esta temporada las entradas en el Pazo son sobresalientes y rondan desde el primer día las de la campaña pasada cuando el equipo estaba asentado entre los mejores. Ourense demuestra que quiere baloncesto y las victorias son el mejor alimento. Mañana su equipo intentará regalarle una más, aunque la estadística y la tradición jueguen en su contra.