CRÓNICA

La pesca ilusiona en Cachamuiña

Cachamuiña. 29-06-14. Deportes. Pesca  +D  en Cachamuiña.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Momento del Ourense + Pesca, en Cachamuiña. (XESÚS FARIÑAS)

La iniciativa Ourense+Pesca volvió ayer a las orillas del embalse de Cachamuíña, donde reunió a medio centenar de personas para participar en la segunda jornada de iniciación a la pesca sin muerte

El gusanillo de la pesca sin muerte tiene cada vez más adeptos en la ciudad y cada vez más jóvenes. Medio centenar de personas se dieron cita ayer en el embalse de Cachamuiña en la segunda fase de la iniciativa Ourense+Pesca, que promueven La Región y la Agrupación Deportiva de Pesca Fluvial (ADPF).

La mayoría de los participantes eran niños, con edades comprendidas entre dos y los doce años, que iban acompañados de sus padres y alguno, incluso por el abuelo. El benjamín, Samuel Saínza, con dos años de edad a duras penas podía con la caña, pero disfrutaba cada vez que lograba, con la ayuda de su padre, sacar algún percasol. Lo mismo le ocurría a su hermanaClaudia, de 4 años, que también daba ayer sus primeros pasos en la pesca. Las más veteranas, Conchita y Teresa, de 54 y 52 años, que se apuntaron porque les apasiona la pesca y el contacto con la naturaleza, pero hasta ahora no se habían decidido "Se está muy bien en el río y si cogiera una trucha sería feliz", afirmaba Conchita, que al igual que su compañera, sacó del agua un buen número de percasoles.

La jornada se abrió con una charla de iniciación a la pesca deportiva, seguida de una breve descripción del embalse de Cachamuiña y la fauna que vive en él, a cargo de José Seoane, técnico de la ADPF. Luego se procedió al reparto de los equipos y los puestos de pesca, tarea en la que se multiplicaron los monitores de la ADPF, que resolvían dudas, corregían defectos y solventaban los problemas con los que se iban encontrando los participantes. La temperatura, según reconocía José Seoane, era ideal, pues las nubes cubrieron el sol durante la mayor parte de la mañana. Al poco rato de colocarse en los puestos asignados ya comenzaron a escucharse los primeros gritos de alegría por las capturas.

La zona presenta un aspecto extraordinario para la práctica de esta actividad, con orillas rectas y de escasa pendiente y sin zonas que puedan suponer un peligro para los participantes. A todo esto se sumaba la abundancia de percasoles que hay en el embalse, una especie invasora que se intenta erradicar de nuestros ríos, por lo que las capturas no se pueden devolver al agua. Iago Vila y José, ambos de ocho años, llevaban contabilizados más de 90 ejemplares poco después del mediodía.

A las 13.30 horas se puso fin a la actividad y las caras de alegría se mezclaban con el cansancio provocado por el ajetreo y la emoción de la mañana llena de las nuevas sensaciones que provoca una jornada de pesca.

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