LEB ORO

Derrota del COB por aplastamiento

Ourense. 12-05-2017. Cob-Oviedo, partido de baloncesto. Paz
photo_camera Wright intenta coger un rebote ofensivo.
PRAT
COB
39
73
COB
Oviedo

El Oviedo encauzó la serie y envió a la lona primero y al diván después a un COB irreconocible. De forma canalla, sin avisar y sin condescendencia con una afición local que fue lo único salvable que aportó el COB al tercer partido de la serie. Porque en la pista el equipo no hizo acto de presencia.

La diferencia de intensidad, consistencia, equilibrio y talento que se vio invita a la reflexión. A valorar cómo el derrotado puede tener invitación para este tipo de bailes y por qué el ganador fue zarandeado de similar manera en el primer partido.

Ni la matemáticas ni la lógica podrían ayudar en la respuesta. Quizá sí desde la pizarra o incluso ojeando algunos detalles de la planilla. 

El COB ganó el primer partido en Pumarín con un recital anotador hipnótico. 92 puntos para poner el 0 a 1. El Oviedo llevó el partido al músculo en el segundo cuarto del segundo partido. Desde entonces el parcial es casi irreverente 75 a 132.

En cada emparejamiento el Oviedo fue y volvió a ser superior. El COB anotó la primera canasta del partido desde la pizarra, con un alley oop ya habitual entre Guerra y Jukic. Después estuvo seis minutos sin echarse una canasta a la boca.

Díaz desquiciado; Mitrovic y Kapelan incapaces de recibir con ventajas y de lanzar con comodidad; ¿Flis?; Guerra y Wright implicados, pero incapaces de superar a pívots más frescos y con más kilos y centímetros. Salía uno y entraba otro más fuerte o más alto.

Malvivió en el primer cuarto el COB y arañó ocho puntos de desventaja (10-28) en el segundo cuarto para no bajar los brazos ya antes del descanso. Con una permanente sensación de impotencia ante un equipo que cansó a su rival primero para demolerlo al primer arreón.

Manu Rodríguez y Paul Jesperson se aliaron para encadenar una retahíla de triples sonrojante. A medias entre el mérito y la condescendencia defensiva de un COB sin aire, sin piernas y ya sin cuerpo para nada.

De dos tiros libres para poner la ventaja en 10 (21-33) a 30 puntos de desventaja. Castigo histórico para la base de datos del club e injusto para la temporada de un equipo que no merece el escarnio.

¿Y ahora qué?

Le toca al COB intentar levantarse y probablemente sin haber dormido. Tratar de encontrar un camino alternativo para ver aro ante un rival que se lo ha negado sin compasión.

La serie llega a su recta final con el mismo favorito que la empezó. El Oviedo tiene la primera oportunidad de resolver y con viento de cola. Sintiéndose superior y con más ventaja a cada paso que avanza la eliminatoria.

El COB llega al que podría ser su último partido de la temporada pensando que cuando su rival se pone a defender se apagan las luces. No ha sido capaz de reconducirlo con cinco días de entrenamiento y ahora tendrá que buscar remedios de urgencia en 24 horas.

Complicado pensar en otro cambio de dirección en una serie que ha girado 180 grados en 70 minutos. Difícil, pero esto son unos play off. Quizá volviendo a pensar que la presión siempre ha sido para el Oviedo. Que pase lo que pase el domingo el aplauso se lo han ganado.

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