Cartas al director

Honestidad y poder

Qué sugestivo debe ser un proyecto en el que imperen la inteligencia, la empatía, la honestidad y, en segundo término, la justa recompensa hacia ese trabajo, benefactor del tejido social. Pero no al revés. Mantener estas directrices, siendo fiel a esos principios es el problema. Hay que ser una persona bastante integra para no caer en la trampa de esos egos inmaduros y descarados, que empiezan a instalarse bajo el paraguas del poder. Mucho tiene que cambiar el ser humano, para poder observar a sus semejantes con la mirada limpia y cristalina, tan difícil de corregir desde las vertiginosas alturas del poder.