Se han imaginado alguna vez ser agua, pájaro, nube, sol, luna, mar…
Desconecten sus mentes por unos instantes e imagínenselo: El agua fluye por el valle, dejando un sonido celestial a su paso. Los pájaros pían de gozo limpiando su plumaje en el arroyo. Las nubes viajan al ritmo acompasado de un buen vals. El viento suena armonioso al contacto con las ramas de los árboles. El Sol calienta a todos aquellos que lo esperan con impaciencia para conseguir su ciclo vital. Cuando anochece, la Luna se aparece, allá donde le toca, dando su cara más reluciente. Acompaña a las rítmicas mareas en la inmensidad de los mares, y a todos aquellos aliados que la necesitan para vivir junto a ella en el cobijo de la oscuridad.
Es hora de volver a la realidad. Las preocupaciones vuelven a estar otra vez en línea, y el ritmo de nuestro corazón se acelera, ante tanta lista de cosas banales con las que nos castigamos.
