Cartas al director

Renovarse o morir

La vida política española se consume actualmente en luchas de partidos disfrazadas de búsqueda del bienestar general, que en realidad encubren únicamente los intereses del poder y el dinero. Es brutal la mentira que manejan, y lo peor es que lo hacen a la luz del día, de manera ostensible. Se burlan del pueblo desplegando un servilismo descarado a intereses que ni afectan al pueblo ni son útiles al país. Solo a quienes los han encumbrado al cargo que ocupan actualmente. 

Lo que hace el Gobierno actual es quizá lo más deshonesto que cabía esperar en años; esto es, gobernar para las élites económicas mientras la nación se desangra en graves problemas cada vez más profundos. Las reformas económicas de Rajoy y el grupo de poderosos que lo encumbraron son muestra de ello y de la cínica insensibilidad como no se había visto antes en el país. Esa ha sido la gran mentira del Gobierno. Dar más riqueza a los más ricos y menos a los demás. Y si alguien no lo piensa así y está dispuesto a luchar contra ello, nada hará que esto cambie, al contrario. 

Una conciencia colectiva no surge del conformismo. El que crea que velar por el bienestar de su familia y sus amigos únicamente es engrandecer al país ignorando a la colectividad, ha de entender al contrario que fortalecer a éste no es tarea en exclusiva de políticos, ni dejar este compromiso a otros, sino de todos. Quizás porque más allá del bienestar inmediato se trata de entender que la lucha no es por el país de hoy sino por el de mañana. O lo que es más importante, el de nuestros hijos y nietos. Tal vez se trate en el fondo de un problema, como tantas veces, de decisión.