Opinión

Paquita Rumbao, una importante alaricana

Nos acaba de dejar Paquita Rumbao a sus casi 100 años, intensamente vividos, desde su origen en Vilaboa de Allariz hasta los últimos tiempos. Nos conocimos en la celebración del Día de Ourense en la Feria del Campo, en el Pabellón de la provincia en el que estaba con Jorge Ferreiro. Recordaré los datos biográficos que ella, en nuestras conversaciones, me fue dando.

Después de sus primeros estudios en la escuela de Vilaboa y Bachillerato en Allariz, siendo su maestro Ramón Bouza, iba a examinarse a Ourense. Casada a los 22 años, pronto se separa, no anulando el matrimonio hasta 1967, yéndose a Madrid para preparar oposiciones a Hacienda. Allí se alojó en el colegio de las monjas salesianas, orden en la fue importante su hermano Miguel.

Era entones director general del Tesoro y muy influyente durante muchos años Asdrúbal Ferreiro, que no solo ayuda a Paquita sino a otros muchos ourensanos, alaricanos y de su natal Xunqueira de Ambía. Este apoyo de Asdrúbal a sus paisanos lo imitará después Paquita toda su vida.

Sus destinos son cortos, pues en dos años está, sucesivamente, en Pontevedra, Ávila, Granada y Madrid, en donde vivirá con su madre, no privándose de relaciones importantes con políticos, empresarios y, de manera especial, con Egipto, Marruecos y Cuba, amén de sus fructíferas ventas de productos farmacéuticos... sin tener laboratorios (la revista Cambio 16 publica un reportaje sobre las tres mujeres que controlan los productos farmacéuticos en España y son: Pilar Navarro Rubio, Pilar Franco Bahamonde y Paquita Rumbao). Si a ello agregamos la relevancia de Miguel R. Rumbao con el ministro Girón y sus universidades laborales, no es extraño que Paquita fuera una magnífica embajadora de Ourense en Madrid, lo cual pudieron comprobar desde un Eduardo Barreiros recién llegado a Madrid y homenajeado en 1973 por el Centro Gallego de cuya directiva formó parte Paquita durante muchos años, entonces también presidenta del Centro Ourensán, hasta Mario Conde, que en la dedicatoria del libro libro que presenta en Ourense en noviembre de 2011 escribe: "A Paquita… que siempre está perfecta." 

Intermedias quedan sus importantes gestiones ante el ministro de Justicia y antes presidente del Tribunal Supremo, Ruiz Jarabo, interesándose por permisos u otros beneficios para presos ourensanos y todas las recomendaciones para resolver problemas de sus paisanos en Madrid o en Galicia. De su intensa actividad en Madrid regresaba frecuentemente a Ourense para reencontrarse con su novio de toda la vida, Felito Colemán, con el cual, ya enfermos, contrae matrimonio en Ourense el 14 de enero de 1997 para atenderle los últimos años. Su ocio en Madrid lo dedicaba a jugar (¿y perder?) en el Casino de Torrelodones, que en verano sustituía por su frecuentes visitas al de La Toja.

El 28 de abril de 1993 me encontré sin la habitación que todas las semanas tenía en el hotel San Martín durante años para atender los viernes y muchos jueves mis obligaciones parlamentarias. El motivo era la presencia de la Vuelta ciclista a España, y por ello acepté la reiterada invitación de Paquita a su casa. Desde entonces y durante varios años fue mi excelente anfitriona.

Consiguió que Fraga visitara el Ayuntamiento de Allariz con Anxo Quintana, alcalde del BNG, que siempre la respetaron hasta el punto de que "permitieron" que en la campaña electoral de las elecciones de 1989 se mantuviera intacto un único cartel de nuestra candidatura en la fachada de su casa.

Gran amiga de Girón, Alonso Vega, Fraga, Adolfo Suárez que, antes de ser gobernador civil de Segovia, se alojó un verano en el apartamento de Paquita en Campoamor para "coincidir" en la misa diaria con Carrero Blanco.

Su último homenaje fue la condecoración que el Reino de Marruecos le concedió el año 2007 como ayudante de varios embajadores desde la independencia.

Creo que, copiando a Neruda, desde su descanso eterno puede decir “confieso que he vivido”.

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