Cuando llegué a Chaguazoso, allá por 2009, me enteré de que eran varias las localidades que formaban parte de un mismo concello con sede en A Mezquita. Ignoraba por completo la historia de ese lugar, algo que he recorrido con cierta profundidad y que se ha convertido en un asunto apasionante en el plano meramente histórico y hasta en el mío personal, pero de eso hablaré cuando el tiempo llegue. Ahora quería comentar que lo ocurrido con el concello, mejor dicho con la alcaldía, creo que puede aportarnos experiencias importantes en el plano de las elecciones locales.
En aquel año de 2009 el alcalde -gran persona- pertenecía al PSOE, y consiguió el puesto de Regidor a consecuencia de un pacto con el BNG. Si no recuerdo mal eran tres concejales del PSOE y dos del BNG los que proporcionaban los 5 necesarios para la mayoría absoluta. Curiosamente el PP había gobernado el municipio durante un largo período pero en esa ocasión perdió, por pocos votos, pero perdió, y las malas lenguas decían que algunos de ese partido de la derecha hicieron proselitismo entre los suyos para que no votaran al PP, algo incomprensible de no ser porque -me decían- ciertos intereses o fobias o filias personales se anteponían a las 'fidelidades ideológicas'. No me sonó demasiado creíble, así que no concedí importancia a los rumores.
Pero llegaron las siguientes elecciones y resultó que la persona que habia sido alcalde por el PP durante largos años no fue elegido por ese partido como su candidato a la alcaldía. ¿Y eso? Pues de todo tipo son los comentarios que circulan por ese mundo de As Freirías, pero lo que importa ahora es que el no elegido se presentó como 'independiente' y el PP nominó a una nueva persona como cabeza de la lista municipal. Confieso que asistí a un mitin del PP -el primero en mi vida- para ver como se las gastaban en esas lides y me hice cruces cuando uno de los oradores, el mas cualificado, aseguraba a los ciudadanos gallegos que asistían con una mirada casi perdida en el horizonte y un gesto mas de paciencia y resignación que de entusiasmo o interés, que si no salía elegido el candidato del PP las obras a ejecutar en el municipio brillarían por su ausencia.
Pues ganó el independiente. Obtuvo cuatro concejales. El PSOE 2, el BNG 2 y el PP se quedó en un solitario concejal. Pues la cosa estaba clara: el alcalde sería el independiente que, por cierto, por unos pocos votos no alcanzó en solitario la mayoría absoluta. Pues no fue así. Un pacto imposible entre BNG, PSOE y PP le dio la alcaldía al cabeza de lista del BNG. Estaba claro que aparecía como un pacto contra el independiente. Eso irritó mucho a una parte del pueblo y creó heridas que tardarán curar, por aquello que dicen los gallegos que es mas fácil librarte de un hecho que de un dicho. En televisión dije claramente que, al margen de simpatías o antipatías personales, debería haber sido alcalde el independiente, porque reflejaba la voluntad de los votantes y que esos pactos contra alguien me parecían de legitimidad mas que dudosa.
Hace unos días el independiente intentó una moción de censura contra el alcalde actual. Por cierto, le conocí -al alcalde actual- un poco antes de esa iniciativa y me pareció una persona seria, sensata, dedicada a su pueblo y con ideas muy claras, tan claras como nulos los dineros municipales para poder abordarlas. Confieso en que me quedé contento con esa conversación. Su pertenencia al BNG me da igual. Incluso más: la experiencia municipal de ese partido en Allariz o Pontevedra, por ejemplo, me parece más que digna de alabanza. No juzgo siglas sino conductas y actuaciones.
Bien, pues para presentar esa moción el independiente contó con un concejal del PSOE cuya trayectoria en la vida municipal era la siguiente: concejal por el PP, después por el PSOE y ahora apoyando la moción de censura con el independiente, abandonando su partido. Me pareció mal la iniciativa pero no quise entrometerme. Insisto en que el alcalde debió ser el independiente, pero considero ahora que ese movimiento apoyado en alguien que transita por los partidos le ha restado credibilidad de futuro. Una moción hay que presentarla por motivos de fondo,y no hay que dar la sensación, aunque sea falsa, de que se quiere la alcaldía a cualquier precio y como medio de vida. Al final resultó que se aplicó la Ley de Tránsfugas o algo así y la moción no se pudo tramitar. Estoy de acuerdo, y no solo porque se mantenga el alcalde actual sino porque, además, esos movimientos de transfuguismo son de legalidad mas que dudosa y crean 'ditos' que son mas difíciles de curar que os 'feitos'.
He defendido siempre la elección directa del alcalde. La gente vota a personas en las que confía. Por eso el alcalde debió ser el independiente. El pacto tripartito para excluirlo del poder no me gustó. La moción de censura edificada sobre el transfuguismo tampoco. El pueblo mira todos estos movimientos con muda indiferencia, pero aparecen ciertos brotes de indignación, porque hay duda de si el objetivo somos los vecinos, nuestra vida allí, u otras cosas menos edificantes. Y eso no es nada bueno.
