Opinión

Panorámicas panamericanas

Las dos orquestas gallegas, Orquesta Sinfónica de Galicia y la Real Filharmonía de Galicia, han sido y son motor de la vida musical gallega. Su labor ha servido para dotar a Galicia de dos entidades culturales de alto nivel, a la vez que para disfrute de los aficionados y, además, ha conllevado una gran labor de formación. Aún recuerdo en mis años de gerente de la Orquesta Sinfónica de Galicia las críticas, minoritarias, todo hay que decirlo, a la cantidad de extranjeros que conformaban la mencionada orquesta, a lo que yo respondía que nuestra apuesta era la formación de las jóvenes generaciones de músicos sobre la sólida base de una orquesta sinfónica que fuese la envidia del resto de comunidades. Como “sólida base” se creó la Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia que ha dado y da magníficos músicos  que se reparten por toda Europa.

Muestra de esta capacidad de las orquestas gallegas para generar músicos de alto nivel es el quinteto de vientos que nos visita el próximo miércoles 3 de mayo a las 20:30 en el Liceo Ourense (sí, cuidado, para este concierto cambia la ubicación): Zoar. Este grupo, que vio la luz en el 2009, está conformado por exalumnos de la  Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia, y este miércoles nos trae un programa llamado “Panorámicas Panamericanas” en el que abordan la música de destacados músicos americanos a la vez que dejan entrever la influencia que América ha tenido en la música de emigrados o exiliados europeos a este continente.

Copland y Barber son compositores que recogen la esencia de la Norteamérica de los grandes espacios y esperanzas, de la exuberante naturaleza, y las epopeyas y miserias de la formación de un nuevo país; Schiffrin  es uno de los grandes compositores de la disciplina artística que más define y a la que más ha contribuido los EEUU: el cine.

De los emigrados o exiliados, uno checo y el otro gallego. El primero emigró en busca de la bonanza al igual que lo hicieron millones de europeos, y que escribe un cuarteto , el más que popular de los que compuso, en el que hay quien dice que se adivinan aires del naciente folclore norteamericano, en cualquier caso, un obra maestra llena de vitalidad.

Nuestro compatriota escapaba de la brutalidad de una guerra (él decía de sí que pertenecía al “exilio voluntario”, aunque su apoyo a la proclamación de la República y su galleguismo militante, así como sus amistades,  le hubiesen hecho muy difícil su supervivencia en la España franquista).  El  Divertimento  de Bal y Gay es en sus palabras : Es música para escuchar  como tal música, es decir, para deleite de los oídos y espíritu,…, sin pretender representar nada ni despertar determinados estados de ánimo.
Pues eso, música para disfrutar.

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