Opinión

Un anillo para gobernarlos a todos

No hay como leer o haber leído. La indignación, el dolor y sufrimiento que nos produce el atentado de Manchester como tantos otros que hemos sufrido y cada día serán más, a mí me sugiere una idea absurda, producto con toda seguridad de mis lecturas adolescentes y no tan adolescentes. 

Yo creo que el Estado Islámico y sus adláteres Al Qaeda, Boko Haram, etc., están gobernados en realidad por Sauron, Saruman y Smaug. Sus fieles y seguidores son orcos, trolls y uruk–hai. Los territorios que controlan y en los que imponen su ley de terror son, para desgracia de tantos de sus habitantes buenos y que no quieren la guerra, la tierra de Mordor envuelta en miedo y sombras.

"El Señor de los Anillos" de J. R. R. Tolkien se convirtió en los años sesenta en Estados Unidos en lo que se dio en llamar por aquel entonces una "biblia hippie". Y lo fue aparte de por su belleza literaria, por dos razones. La primera es que el libro está impregnado de un espíritu de tolerancia pacifista extraordinario, en el que pueblos y razas tan dispares como hobbits, elfos, enanos y hombres son capaces de sentir idéntica admiración y respeto los unos por los otros.

Por su forma de ser, por su aspecto, por sus costumbres o su cultura sin que eso implicara ninguna otra cosa, ningún juicio. Un hobbit admira a un hombre y un hombre a un hobbit, o un elfo a un enano, pero ninguno desea renunciar a lo suyo ni tampoco convertir al otro. La segunda razón que subyace en la historia es que todos ellos, tan diferentes entre sí, son capaces en un momento de necesidad de unirse frente a un enemigo común. Uno que amenaza con destruir sus estilos de vida.

Como todas las grandes novelas, al final "El Señor de los Anillos" solo habla de nosotros mismos y quizá por eso nos fascina tanto. A mí me parece una metáfora de esta realidad de hoy: "Un Anillo para encontrarlos, para atraerlos a todos y atarlos en las Tinieblas, en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras". Así que si la cosa fuera así como pienso o me imagino la pregunta es ¿dónde está el Anillo? Lo terrible es que no creo que en este asunto haya un Anillo. Creo que el Anillo es un libro, y ese libro es El Corán. Como escritor nada me repugna más que destruir libros, cualquiera debe poder ir a una librería y comprar lo que le apetezca, desde un tebeo de Pumby hasta "Mein Kampf" de Hitler. Pero también creo que en este otro caso este libro, El Corán, no es un libro sino el Anillo de Poder. Habría que llevarlo al Monte del Destino y arrojarlo a las llamas del volcán para siempre. El problema es que no tenemos a mano a los Frodo, Sam, Gandalf o Aragorn capaces de hacerlo.

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