Pido perdón a mis lectores porque generalmente intento ser gracioso. No sé si lo consigo, pero lo hago porque me parece mejor que si usted desayunando abre el periódico y lee algo que le hace reír mientras come el cruasán y se toma el café, se va de mejor humor para la oficina. Y también de mejor humor para el resto del día.
Pero a veces hay que saltarse las buenas maneras. Uno no puede ser educado y correcto siempre porque eso significaría que no tiene ni idea de lo que es ser educado y correcto cuando sí toca. Como se suele decir, si usted es tan bueno que quiere a todo el mundo, entonces o es tonto o no es bueno. O sea que si hay niños cerca no les lean el artículo. Será mejor.
Estamos rodeados de hijos de puta. Mejor dicho de cabrones "ya saben", porque a mi las putas me merecen el máximo respeto. Y voy a hacer una pequeña lista de cabrones conciudadanos nuestros con los que a pesar de todo tenemos que convivir todos los días, gracias a Dios solo en las redes sociales y en los medios. No envidio a sus amigos, familiares y vecinos que sí han de convivir con ellos en persona, lo que tiene mucho mérito. Ahí va.
Los que se burlaron del piloto del caza que se estrelló el Día de la Hispanidad en Albacete. Los que se alegraron por la muerte del niño enfermo de cáncer que quería ser torero, esos eran cabrones king-size. Los que se mofaron de aquel torero también tristemente fallecido (yo también soy antitaurino pero no soy un "ya saben"). Los que insultaron a Bimba Bosé después de su fallecimiento y la llamaron de todo. Los que se liaron a bofetadas y sillazos en la calle en Barcelona y Valencia hace unas cuantas semanas, que por cierto, ambos bandos enarbolaban banderas con los mismos colores, rojo y amarillo, no sé si ellos se dieron cuenta. Willy Toledo, que en una reciente intervención en la televisión venezolana explicó a los ciudadanos de aquel país que no emigren a España en busca de un futuro mejor porque, y cito literalmente: "España vive un sistema esclavista de capitalismo salvaje donde todos los derechos están siendo cercenados día tras día... España es una dictadura", y lo dijo con dos fotos gigantes tras él de Chávez y Maduro, dos adalides de los derechos civiles y la justicia social. Los falsos Joan Tardá, Carme Forcadell o Gabriel Rufián, a este supongo que sus padres le pusieron ese nombre para compensar el apellido aunque la cosa no salió bien. O José María Aznar, que aunque va de retirado de la escena pública aprovecha el mínimo resquicio para cizañar a todos, como aquel personaje de un comic de Astérix: La Cizaña.
Vale, ya sé que ninguno de estos tipos mencionados ha cometido ningún delito. Y eso precisamente es lo virulento, no este artículo.
