Opinión

Una buena noticia, ¡por fin!

La buena noticia es que para Moody's por ejemplo, o para Standard & Poors, cuyos aciertos haciendo previsiones económicas son de todos conocidos (tuvieron delante de las narices la crisis económica americana y mundial de los noventa y no supieron verla, o quizá sí pero hicieron la vista gorda porque les convenía para forrarse un poco más), un gobierno multipartidista en España sería nefasto para nuestra economía. Lo han dicho hace unas semanas a través de sus amplificadores mediáticos. Genial. A mí la opinión de estas grandes "agencias de calificación económica", como se autodenominan ellas, me asombra. Yo es que pienso al revés, en plan abogado de película americana, será que soy muy malo: ¿qui prodit? O sea ¿a quién beneficia? En definitiva que si Moody's o Standards & Poors dicen que es bueno, yo creo que es malo. Y al revés.

Si se fijan ustedes, esas empresas siempre se ponen un nombre estupendo, uno en plan bonito como el de la figurita que corona el frontal de un Rolls Royce: "El Espíritu del Éxtasis". Claro que ni espíritu ni éxtasis tienen nada que ver con un Rolls Royce, un simple o no tan simple coche que solo tiene que ver con el dinero y el poder. Pero eso los hace sentirse mejores a ellos. E impresiona mucho a muchos. Además, las empresas de calificación utilizan un lenguaje y unas expresiones grandilocuentes y pseudotécnicas que nadie pueda entender. Eso es clave. Hay que evitar en lo posible que la gente sepa de qué demonios hablas.

Pero lo único constatable es que Moody's o Standard & Poors son compañías formadas por cientos de jovencitos licenciados en Harvard o Browns, muy listos y contra los que nada tengo, pero que precisamente por su educación y conocimientos es imposible que tengan ni idea de lo que pasa con la economía en Pontevedra, en Barcelona o en Cáceres. O en cualquier otro sitio que no sea su propia oficina de diseño en la zona cero de Nueva York en la que trabajan, o en el Starbucks de enfrente donde toman café a media mañana mientras intentan ligar con la secretaria de la sexta planta. Un café horrible, por cierto, el de Starbucks. Los americanos, y eso que yo los quiero mucho, no tienen ni idea de café.

Lo trágico es que precisamente nosotros, los hijos de Cervantes, Lope, Goya, Alfonso X el Sabio, Cristóbal Colón, Cortés, Pizarro, Lorca, Machado, Rosalía, Picasso y tantos ignorantes más de la historia, otorguemos credibilidad a lo que publican esa caterva de iluminados tan alegremente, o tan malintencionadamente que ya no sé. Cada día estoy más (in)seguro de que todo es a propósito y se escapa a nuestra comprensión. Por eso hay que estar a la que salta.

O sea y por resumir, la buena noticia a la que me refería es ésta: si hablan mal de nosotros es que la cosa va viento en popa... "ladran, Sancho, luego cabalgamos."

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