Opinión

Con Franco hemos topado

La Fundación Franco que nos acabamos de enterar ahora gestiona las visitas al Pazo de Meirás (yo hasta desconocía que existiera una fundación con ese nombre), ha dicho en un comunicado que "Sobre el pazo recae parte de la gloria de quien lo habitó, probablemente el español de mayor relieve mundial desde Felipe II." Claro. Y el alemán (que no era alemán por cierto) de mayor relieve mundial fue Hitler. Y el ruso Stalin. Y el chino Mao. Y así podríamos seguir, la lista es interminable y viene desde Gengis Khan hasta Kim Jong-un por citar a dos tipos al azar que no tienen nada que ver con nosotros. 

Hay que fastidiarse con los razonamientos de dicha fundación. Me pregunto para qué sirve y a qué demonios se dedica.

Pues no, queridos. Desde Felipe II ha habido una buena cantidad de españoles mucho más relevantes que ese señor de Ferrol al que describió perfectamente Francisco Umbral en el principio de su novela "Leyenda del César Visionario", ya saben que los principios de las novelas son muy importantes y el de la de Umbral, fabuloso, decía así, cito de memoria: "En una Salamanca burgalesa y fría, en un Burgos salmantino y plateresco Francisco Franco, dictador de mesa camilla, desayuna chocolate con soconuscos y firma sentencias de muerte." 

Felipe II claro que fue un español relevante, como lo fueron también Felipe IV, el Conde Duque de Olivares, Carlos III, Velázquez, Goya, Cervantes, Quevedo, Lorca, Machado, etc., etc., pero la palabra "relevante" en realidad no significa nada.

El BNG en un alarde imaginativo que le aplaudo ha llamado al Pazo de Meirás "Parque temático franquista". ¡Uau! Como PortAventura solo que con golpes de estado, películas de Cifesa en 3D, paredones y camisetas de la falange a seis euros. Supongo que en lugar de montaña rusa el pazo tendrá montaña nacionalcatólica, que tendrá incluso un "looping" espectacular bajo palio. Ideal para ir en familia con los niños y el loro.

Pero con estas cosas no está bien bromear. Demasiados muertos en las cunetas aún. Demasiados asuntos sin resolver. Demasiados nudos que no se han desatado. Demasiadas memorias sepultadas y de las que muchos no quieren hablar. Demasiados perdones que no se han pedido y ningún arrepentimiento de quienes tendrían que inculparse/disculparse. 

La Fundación Franco tan solo por tener ese nombre debería estar prohibida; las manifestaciones franquistas de las que últimamente tenemos una buena colección como aves fénix renaciendo de sus cenizas deberían ser delito y sus promotores deberían estar en la cárcel, la misma a la que condenaron a tantos mientras pudieron. Y el Pazo de Meirás debería ser solo un pazo al que pudiéramos ir todos los gallegos o españoles a tomar un gin-tonic en las tumbonas del jardín y hablar de fútbol, o de cole de los chavales, o del insufrible programa de Telecinco que vimos ayer por la noche.

Aquí aun hay mucho que arreglar. A ver si lo arreglamos de una vez.

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