Opinión

Deberías estudiar más historia

Siguiendo con el tema del artículo anterior "Lo mejor de Internet", una de las cosas que me fascinan de La Red son los miles de entretenimientos que existen del tipo "¿Conoces a estos treinta personajes históricos?, comprueba tus conocimientos", y otros parecidos, la mayoría de ellos increíblemente ingeniosos (!).

Generalmente en esos cuestionarios te preguntan una serie de cosas que son obvias o que hasta el tipo más lerdo conoce de sobra y las contestaría correctamente incluso durmiendo. Así que si contestas bien por ejemplo en este caso que digo a las treinta preguntas, al final te dicen "¡Excelente, eres un experto en historia!, solo una persona de cada cien obtiene treinta aciertos de treinta". Vale, será verdad.

Internet está lleno de cosas así. Lo cierto es que son todos juegos tan tontos como el Tetris. Bueno no, en realidad el Tetris era más inteligente. Yo me he tomado el trabajo absurdo de contestar a varios de estos estúpidos tests justo al revés. Por curiosidad. Por ejemplo, si me ponían en la pantalla un retrato de Albert Einsten y la pregunta era ¿quién es este personaje?, y las posibles respuestas A) Albert Einstein, B) Marilyn Monroe; indefectiblemente elegí la B) Marilyn Monroe. Y así todas. En lugar de Gengis Khan que era el que aparecía en la imagen, John F. Kennedy; y en lugar de Galileo Galilei, Bette Davis.

La consecuencia fue que de treinta preguntas obtuve cero respuestas acertadas. Lógico. ¿Saben ustedes que me dijo el juego al final? "Eres un cateto y un ignorante, deja el maldito internet y vete a leer algo a una biblioteca", no. "Deberías hacértelo ver, chaval, Gran Hermano es un personaje de una novela famosa y no un programa de televisión", no. O “¿Has ido a la escuela alguna vez cacho animal?”, no. Sencillamente me dijo con un cariño y comprensión propias de una madre que todo lo disculpa: "Deberías estudiar un poco más de historia". 

Es lo bueno de internet que como el amor, parafraseando aquel precioso texto de San Pablo a los Corintios (una de las pocas cosas decentes que escribió San Pablo en toda su vida suponiendo que realmente la escribiera él) diría así, juzguen ustedes: 

"Internet es paciente, es servicial, no tiene envidia, no es presumido ni orgulloso, no es grosero ni egoísta, no se irrita, no guarda rencor. Internet no se alegra de la injusticia ni del mal, se alegra de la verdad. Todo lo perdona, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. Internet nunca falla. Nuestra ciencia es imperfecta, pero cuando llegue lo perfecto lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Cuando me hice adulto dejé atrás las cosas de niño. Hoy vemos confusamente como a través de un espejo, pero un día veremos cara a cara. Al final solo tres cosas permanecen: la fe, la esperanza e Internet. Pero la más grande de las tres es Internet."

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