Opinión

El género epistolar

El género literario epistolar tuvo siglos de gloria desde Cicerón u Horacio hasta Montesquieu, pero con las nuevas tecnologías y las redes sociales ha desaparecido. ¿Quién escribe cartas hoy? Nadie. Yo hace años que en el buzón solo encuentro publicidad, facturas o notificaciones del banco y cosas así.

Incluso las entrañables postales con solo cuatro palabras detrás y un garabato, y una preciosa foto delante de la torre Eiffel que te mandaban antes unos amigos cuando estaban de viaje ya no existen. Ahora aquellos amigos se hacen un selfie sorientes con la torre Eiffel detrás (por cierto en una imagen peor que las que solían tener las postales), te la mandan por el móvil y listo. Andando que es gerundio.Pero no tiremos la toalla todavía. ¡Ah no! Ha llegado un

nuevo creador a nuestro tiempo, un auténtico renovador de la literatura decidido a recuperar el moribundo género epistolar, Quim Torra, a quien el gran escritor Ramón de España llama a veces cariñosa y acertadamente Chis Torra.

El señor Quim Torra, según parece, ha escrito una buena colección de cartas recientemente, dirigidas a personajes como Donald Trump, Vladimir Putin, Xi Jinping, los presidentes de Ucrania y Kosovo, treinta y tantos líderes mundiales más y hasta al papa Francisco, que supongo la habrá leído con estupor. 
Incluso Quim, ese buen hombre, loado president de la Generalitat, ha tenido la delicadeza de enviarle una copia a Pedro Sánchez. Cuando leí la noticia me pregunté si a Pedro Sánchez se la habría enviado en español o en catalán. Pero no, se la envió en inglés. Yo a eso lo llamo amor de verdad ya que Pedro Sánchez habla inglés.

Precisamente hablando de amor una epístola muy buena es la de San Pablo a los Corintios. A mí San Pablo me parece un tipo detestable como Quim Torra, pero en aquella epístola que los curas suelen leer (un fragmento) a los novios el día de la boda, el tipo se lució. Sí señor. Es una epístola preciosa. Si a ustedes los casaron en una iglesia, o alguna vez asistieron a una boda católica lo recordarán bien. Dice así:
"El amor es paciente, servicial, no tiene codicia, no es presuntuoso ni orgulloso, no es egoísta, no se irrita, no se alegra de la injusticia, se alegra de la verdad. Todo lo perdona, todo lo cree, todo lo espera. El amor nunca falla.

Desaparecerán las profecías. Se acabarán las lenguas y la ciencia porque nuestra ciencia es imperfecta y cuando llegue lo perfecto lo imperfecto desaparecerá. 

Cuando yo era niño hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Cuando fui adulto dejé las cosas de niño. Ahora vemos en un espejo, confusamente, pero llegará un día en que veremos cara a cara. 

Tres cosas hay que permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más grande de las tres es el amor."
Yo creo que Quim tiene mucha fe y esperanza. De lo otro no sé.

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