Opinión

Gaviota o charrán

No conozco a Fernando Martínez Vidal, el diseñador del logotipo del PP, aunque tengo para él inicialmente toda la consideración que haga falta. Pero el asunto de su símbolo, la gaviota, ha saltado a la palestra porque el PP y el propio diseñador dicen ahora que esa ave que aparece sobre su logotipo no es una gaviota como todos creímos siempre, incluso don Manuel Fraga lo creía así, sino un charrán. Casi parece una canción de Pablo Abraira: "Gavilán o paloma".
Por supuesto cualquiera que tenga la mínima idea de pájaros, sabe que ese icono representa a una gaviota o quizás a un albatros, pero no a un charrán. Un niño puede confundir un charrán con una gaviota en la playa porque ambos son blancos y vuelan sobre el agua, pero ese dibujo no se parece en nada a un charrán. Ningún adulto puede confundirlos si tiene alguna idea de cómo son ambas aves. El empeño del PP por deshacerse de la idea de la gaviota es porque es carroñera, parece ser, y se alimenta en los basureros. Nada más lejos de la realidad y nada más estúpido. ¿O no? 

Efectivamente las gaviotas, y yo que vivo en Vigo lo sé muy bien, se alimentan en los basureros. Incluso han aprendido a romper las bolsas de basura de los contenedores para alimentarse en plena calle. Los charranes no hacen eso. No se han adaptado a nosotros. Su vida sigue siendo salvaje y pura como una novela de Jack London. Además físicamente salvo por sus colores blanco, gris y negro no se parecen a gaviotas. Los charranes a los que los marineros llamaron siempre "golondrinas de mar" son muy distintos de las gaviotas, se parecen más en su silueta y vuelo, un vuelo muy enérgico, a golondrinas. No se alimentan de basura, pescan como martines pescadores y no viven aquí, cuando los vemos generalmente están de paso.

El charrán es una de mis aves favoritas. Durante años pasé los veranos en Bueu y me dedicaba a observar durante todo el día a los charranes que recorrían Portomaior y Agrelo zambulléndose para salir del agua limpiamente con un pez en el pico. Charranes árticos, comunes, moñudos... hijos del mar y del cielo. Viven en el Círculo Polar Ártico y cada año hacen un viaje en el que recorren las costas de Europa (Galicia incluida, claro) hasta el sur de África y de allí hasta las islas del Atlántico Sur o la Antártida donde anidan. Después, una vez criados sus polluelos vuelven a hacer el mismo recorrido a la inversa. Un charrán a lo largo de su vida da la vuelta a la Tierra treinta veces volando más de setenta mil kilómetros al año, una de las migraciones más impresionantes del planeta. 

El símbolo del PP no es un charrán, diga lo que diga el señor que lo dibujó (mal) en su momento, es una gaviota, con todos mis respetos para las gaviotas: ¡guiik, guiik!

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