Opinión

De guionistas

Otra profesión subterránea (sigo con mi serie de profesiones ignoradas), guionista de cine o tv. Por supuesto existen algunos excelentemente pagados en Hollywood y por ahí tipo David Mamet, pero la mayoría son desconocidos y solo aparecen en los títulos de crédito en una línea rápida, como si fueran el último ayudante en prácticas de los eléctricos o del equipo de maquillaje. Recuerden esto:

– Señor Chekov, active los estabilizadores de proa a mi señal, un cuarto de impulsión.

– Sí, señor.

Hace falta ser un auténtico mago de la redacción y del lenguaje para escribir semejante estupidez y que suene bien. El diálogo, incomprensible y absurdo, pertenece a Star Trek. O por ejemplo, por seguir con lo mismo veamos este otro: "Capitán, puedo constatar que las naves comparten un vínculo ciberpático que controla sus acciones". Es de Mr. Spock, de la misma película, y por cierto que Mr. Spock al que bordan Leonard Nimoy en la serie de tv o Zachary Quinto en la de cine, lo pronuncia con toda seriedad. Fabuloso.

¿Un vínculo ciberpático? No tengo ni idea de qué rayos será eso. Tendré que llamar a Javier Cudeiro, padre de mi ahijada Sara y ourensano super neurólogo de fama mundial a ver si me lo explica. Pero la verdad creo que ni siquiera él podría. Lo de los "vínculos ciberpáticos" se nos escapa a todos, me da la impresión.

El Dr. Soran en la misma serie también tiene frases muy buenas como esta otra: "Si me disculpa, Capitán, tengo una cita con la eternidad y no quiero llegar tarde."

Guionistas, unos tipos que trabajan en un cuarto pequeño, oscuro, encerrados con sus otros colegas guionistas eternamente discutiendo, tachando, borrando y reescribiendo una vez tras otra esas frases que tendrán que decir los actores en el set. ¡Qué locura!

Pero lo hacen así paciente y esforzadamente, como aquellos periodistas atiborrados de alcohol y café que nos contaron algunas películas tipo "Primera Plana"; o atiborrados de otras cosas hoy se supone. Los guionistas escriben los cuentos en los que creemos y los cuentos en los que queremos creer. Esos que vemos en la pantalla del cine cuando las luces se apagan o en la tele en casa y que nos hacen soñar, reír y llorar. Ellos saben que esos cuentos son mentira pero los escriben igual. Con la misma pasión con la que alguien escribiría la verdad, como si se la hubiera dictado Dios en el monte Sinaí. Para divertirnos, entretenernos o simplemente para que nos guste. 

Bueno, vale, si los ejemplos anteriores sacados de Star Trek les parecieron a ustedes demasiado frikis o poco adecuados para ilustrar este tema de los guionistas, acuérdense entonces de Rick (Humphrey Bogart) y el comisario Louis Renault (Claude Rains) en Casablanca:

– Rick es un hombre del que si yo fuera mujer me enamoraría.

O bien:

– Louis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad.

Ya saben... todo el mundo va al Café de Rick.

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