Opinión

Si esto es un hombre

El título de este artículo es el del primer tomo de la trilogía de Primo Levi sobre los campos de exterminio nazis. Confieso que a pesar de saber de sobra que se trata de una obra fundamental para entender (o no entender) lo que ocurrió en Europa durante el nazismo, nunca lo había leído, por ignorancia o por pereza, no sé. Una amiga, Paula Carbonell, me indujo hace poco a leerlo, lo que estoy haciendo. Supongo que nunca podré agradecérselo lo suficiente: gracias Paula.

Siempre he sentido fascinación por el nazismo y he leído algo sobre el tema. Me interesó la segunda guerra mundial un tiempo, de chaval, pero sobre todo me interesó el nazismo. Uno de mis fotógrafos favoritos, y yo fui fotógrafo, es August Sander, aquel señor que retrató maravillosamente la Alemania real de los años veinte y treinta, y que por eso fue tachado de "artista degenerado" por los nazis y cuya obra, su propio hijo y casi su persona fueron destruidas (en realidad no) por ellos. August Sander trazó elegantemente en miles de retratos en blanco y negro el mapa humano de la Alemania de entonces: una multirracial, étnica, variada y diversa. A los nazis no les gustó. En aquella obra prodigiosa casi no había arios.

En mi casa tengo una foto en el salón por la que algunas personas me preguntan a veces qué significa. Supongo que algún desinformado al verla me habrá llegado a tomar incluso e improbablemente por nazi. Se trata de la foto de Hitler que acompañado por su arquitecto Giessler y su escultor Breker, posan orgullosos y sonrientes ante la Torre Eiffel tras la toma de París. Una foto famosa. Cualquiera la recordará. Cuando me preguntan por ella suelo contestar que la tengo ahí porque así la veo cada vez que salgo de casa y me recuerda, como un implacable Pepito Grillo, que aunque no lo creamos, lo peor puede ocurrir.

No es que sea un pesimista. No lo soy ni mucho menos. Al contrario. Es solo que no quiero perder el poco sentido común que todavía conservo, no nos despistemos: lo peor puede ocurrir.
Hoy que tantas ideologías racistas, separadoras, inquisitoriales, represivas y carentes de empatía con el prójimo, bien sean el prójimo refugiados u otros, crecen en Europa y también al otro lado del Atlántico como setas, tal vez sea un buen momento para revisar nuestro pasado reciente. "Recuerda que eres mortal" le susurraban al oido al César en la antigua Roma.

La lectura de "Si esto es un hombre" me ha hecho pensar en estas cosas. Aparte de documentales sobre nazismo a los que soy bastante aficionado, hacía años que no leía nada sobre el tema. La trilogía de Primo Levi, como dice Muñoz Molina en la nota de la edición que tengo "es terrible, aleccionadora, y honradamente no creo que sea posible tener una conciencia política cabal sin haberla leído." 

Yo tampoco lo creo. Léanla pues. De nada.

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