Opinión

Islamofobia delirante

Lo confieso, padezco islamofobia delirante, una enfermedad mental que me lleva a odiar y despreciar cualquier idea o lo que sea de la religión musulmana llegando a sentir una absoluta indiferencia y desinterés incluso por su arte, su música y su cultura si es que existe eso, que empiezo a dudarlo. Creo que quienes crearon su arte, su música y su cultura renegarían de estos musulmanes de hoy. Probablemente aquellos ni siquiera lo eran... musulmanes. 

Le he preguntado a mi psiquiatra y me ha dicho que no me preocupe, que es una enfermedad corriente hoy. Pérez Reverte también la tiene. A continuación mi psiquiatra, que no es judío como el de Woody Allen, dedicó diez minutos a rezar postrado junto a mi diván en dirección a La Meca. Claro que no detuvo el reloj y tuve que pagarle la sesión entera igual. En eso sí es como el de Woody.

Un querido amigo, Pepe Fernández, me ha pasado por Facebook una intervención de un imán, Adel Hasan Al-Hamid, en una televisión de Catar. Supongo que lo hizo con la intención de que semejante inmersión total en el asunto pudiera curarme, una especie de electroshock mental. Mi amigo tiene buenas intenciones pero el resultado no ha sido el esperado. Al contrario. Ahora padezco más islamofobia delirante que antes. La padezco incluso en sueños, hasta el punto de que en una pesadilla creí hacerme católico.

El citado imán en su discurso dice cosas como estas, lógicamente las he extractado y resumido, no iba a obligarles a ustedes a tragarse entera semejante montaña de basura: 

"Tan hermosa es la Sharia que los judíos y cristianos nos envidian. Judíos y cristianos nos envidian la familia y por eso intentan destruirla. La familia no existe para judíos y cristianos. Ellos tienen novias que les dan hijos y veinte años después siguen preguntándose si casarse o no. Muchos judíos y cristianos conocen a su madre pero no saben quién es su padre, pues su madre ha estado con muchos hombres. Esa bajeza, esa degradación moral los ha llevado a envidiar nuestras familias y a querer destruirlas. ¿Cómo? Por ejemplo mediante leyes internacionales aumentando la edad mínima para contraer matrimonio; o convenciendo a las niñas de que sus estudios son más importantes que el matrimonio; o disminuyendo el valor del hombre. Pero en el Islam el hombre tiene un altísimo valor. Alá prefirió a los hombres antes que a las mujeres pues el sexo masculino es superior al sexo femenino tal como está escrito en el libro de Alá."

El imán sigue así y ya se imaginan el resto. Por supuesto el público del sermón son solo hombres. Y lo de "Alá prefirió a los hombres antes que a las mujeres" me supera. Será mi lado gay al que le da por pensar cosas raras. No sé. No creo que la islamofobia delirante se me cure ni siquiera con las terapias de choque de mi amigo. Tchk. Mala suerte, Pepito.

Te puede interesar