JRCO es un amigo que vive cerca de mi casa, en mi barrio. Las iniciales dichas así JRCO, no les sonarán a ustedes mis lectores a nada. No es como decir CR7 o JFK que todos en España y en casi todo el mundo sabemos más o menos lo que significan.
Pues bien, JRCO por aclararlo es José Ramón Catalán Ovejano, un pintor. Coincidí con él en un trabajo para otro amigo común hace años, el fabuloso pianista más o menos ourensano o vigués, Alberto Conde. Un trabajo muy bonito que para mi consistió en diseñar un CD de Alberto titulado "Villa-Lobos a New Way", una especie de preciosa revisión jazzística y moderna sobre la obra del genial músico brasileño. Una delicia. Cómprenlo. Les gustará.
Aquel CD llevaba una pintura muy bonita de JRCO que yo utilicé para el diseño con todo el respeto que procuré siempre cuando era diseñador, para con las obras de otros. Y bueno, creo que a JRCO le gustó el resultado. A Alberto Conde le gustó el resultado y al resto de los músicos que participaban en el proyecto, Nirankar Khalsa, Kin García y Miguel Cabana les gustó el resultado. Y a mí también me gustó el resultado la verdad, aunque por lo general suelo ser bastante crítico con mi propio trabajo. Bien.
Lo sorprendente es que apenas conozco a JRCO salvo por encontrarnos casualmente en la calle de vez en cuando, tomar una caña juntos, y porque es un encanto de persona y un artista estupendo con una conversación estupenda. El caso es que medio bromeando, para eso sirven las redes sociales, a propósito de un artículo mío publicado en este periódico hace un tiempo sobre Din Matamoro, otro artista próximo, JRCO me dijo que él también quería un artículo así. Y aquí está. A ver si me sale bien.
No creo que se deba usar una tribuna pública, como podría ser modestamente esta columna que no llega a casi nadie para promocionar a los amigos, pero visto lo visto en la política nacional y en los juzgados cada día por la tele, o en los periódicos, esto mío solo podría calificarse de pura bondad. E incluso de pura ingenuidad.
Ojalá JRCO se haga rico con sus cuadros. Se lo deseo de corazón. Como solía decir mi ex mujer: "si mis amigos se hacen multimillonarios eso solo puede beneficiarme". Pues claro... y es que mi ex casi siempre tenía razón.
En realidad apenas conozco la obra de JRCO salvo por unos pocos cuadros y, claro está, por el precioso dibujo suyo que utilicé en el diseño de aquel CD.
Una especie de minúsculo y hermoso Pollock salpicado con los colores de la bandera del Brasil, azul, amarillo y verde, y concentrados los tres colores como tres amantes en un pequeño y modesto papel tamaño DINA3.
Yo creo que JRCO que tiene una pinta a primera vista algo hippie, es también así: hippie, pequeño, modesto y grande a la vez.
