Opinión

Llanitos y no tan llanitos

Lord Howard, que como tantos políticos ingleses parece un personaje de la serie "Arriba y abajo" pero con menos encanto y menos sentido común, le ha sugerido a Theresa May que actúe en Gibraltar como hizo Margaret Thatcher en las Malvinas. 

La diferencia, Lord Howard no se ha percatado, es que nosotros no hemos invadido Gibraltar como sí hicieron los argentinos en las Malvinas. Es más, fueron los ingleses los que invadieron Gibraltar, Menorca y otros territorios nuestros en 1704 durante la Guerra de Sucesión Española; y después, en el Tratado de Utrech de 1713 España acabó cediendo a Inglaterra la titularidad del Peñón. Yo a Lord Howard si supiera cuando es su cumpleaños le enviaría de regalo un librito de historia. Algo breve para que no se canse leyendo. Y además... tampoco quiero gastar.

Pero lo que no he entendido nunca de este asunto es la "perra" que tienen tantos políticos españoles por recuperar el Peñón. Un poco tarde para eso ¿no? Más que nada teniendo en cuenta que en las consultas que se han hecho a los habitantes de ese territorio a propósito del tema, alguna muy reciente, los resultados son abrumadores. Tanto en el referéndum de 1967 como en la consulta de 2002 el 99% de los llanitos dijeron que querían seguir siendo británicos. ¡El 99! Así que ¿por qué insistir? De momento yo creo que no viene al caso.

Podríamos trasladar la idea a otro contexto para intentar entenderla mejor. Por ejemplo en Ceuta y Melilla también el 99% de sus habitantes prefieren seguir siendo españoles y se negarían a ser marroquíes incluso bajo amenaza de cárcel. ¿No es algo parecido? Yo creo que sí. Yo si fuera llanito no querría ser español; si fuera melillense no querría ser marroquí; y con toda probabilidad si fuera finlandés no querría ser inglés.

En mi opinión una frontera con territorio británico, aunque sea tan pequeña, es un lujo. Y hasta diría que a los ingleses una frontera terrestre con España les parece igual. ¿O acaso no se ponen todos locos por venir aquí los veranos, alquilar un apartamento y tomarse unas sangrías en la playa? Pues así ya están aquí. Solucionado. ¿Para qué complicarse?

Siendo universitario en Madrid me alojé un año en una pensión de dos señoras, madre e hija, de Fuerza Nueva. Por supuesto no tengo ningún mal recuerdo de ellas que eran un encanto, salvo quizás el de un 20N en que vinieron a comer a casa sus sobrinitos veinteañeros vestidos de azul y boina roja, y dejaron los bates de béisbol aparcados en el hall hasta que tras el café se fueron a aporrear rojos por la Castellana. Por suerte durante la comida no se dieron cuenta de que mi compañero de cuarto y yo éramos dos rojos también y estábamos sentados a su lado.

Pues bien, recuerdo algo curioso de aquellas dos señoras: jamás decían Inglaterra o Reino Unido, siempre decían "La Pérfida Albión".

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