Opinión

Milos Forman y Twyla Tharp

 

El otro día falleció Milos Forman. ¡Qué pena! Pero nos deja unas cuantas películas preciosas que podremos volver a ver siempre. Como Alguien voló sobre el nido del cuco, Ragtime, Amadeus o mi favorita, Hair. Milos Forman no hizo muchas pelis pero tiene un puñadito de ellas fabulosas. Para mí la mejor es Hair. Ese musical prodigioso con unos estupendos John Savage y Treat Williams, un tipo que desapareció del mapa por cierto, que es un canto glorioso y emocionado al hippismo con unos cuantos años de retraso. Paz, besos, amor y flores.

La directora de las escenas de danza de Hair es Twyla Tharp. Una chica, lógicamente a estas alturas ya no es tan chica, que había estudiado con Martha Graham y Merce Cunningham. Twyla Tharp, bailarina y coreógrafa fabulosa, es también la responsable de los números de danza de White Nights por ejemplo que en España se tituló, muy buen título por cierto, Noches de Sol. Una película genial de Taylor Hackford protagonizada por Mijail Baryhsnikov y Gregory Hines en un Moscú ominoso y amenazador en el que Gregory Hines construía mundos imposibles con su fulgurante claqué junto a su bellísima novia Isabella Rosellini, mientras Baryhsnikov solo urdía planes para escapar de allí cuanto antes. Para escapar de aquella jaula de oro en la que lo habían encerrado. Pero gran parte del mérito de aquella película era de Twyla Tharp. Y lo mismo ocurría con Hair. 

A pesar de los años que han pasado desde Hair, es de 1979 (a algunas películas los años les pasan por encima como apisonadoras y cuando las vuelves a ver tiempo después resutan un desastre), Hair sigue siendo tan brillante como cuando nació. Yo la volví a ver ayer. Tal vez la peícula sigue igual de viva porque tanto Milos Forman como Twyla Tharp y el compositor Galt McDermot se empeñaron en que el sol brillara: "Let the sunshine in". No sé.

A mí me gustan mucho los musicales y la danza y durante años tuve la costumbre de decirle a cualquiera con el que hablara a propósito de espectáculos en los que la danza tuviera una parte importante lo siguiente: olvídate del director, chaval, olvídate de los actores, del guión, de todo, solo fíjate en la coreógrafa, y si es Twyla Tharp vete a ver la película, la obra de teatro o lo que sea. Será genial, disfrutarás. Y nunca me equivoqué.

Y por fin la letra. ¡Ah! Porque la letra siempre es lo más importante. ¿Recuerdan esta del final de Hair cuando Berger se va como soldado a Vietnam?

"Muertos de hambre nos miramos / caminando orgullosos con nuestras guerreras que apestan a laboratorio / para enfrentarnos a una nación moribunda llena de conmovedoras fantasías de papel / soy un genio, un genio / creo en Dios, y creo que Dios cree en Claude, que soy yo."

Ya saben que... él no era Claude.

Milos Forman pero también, claro, Twyla Tharp.

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