El otro día escuché a un diputado de ERC al que no conocía, Gerad Gómez del Moral (apellidos catalanes donde los haya), diciendo encendido tal cantidad de tonterías en solo unos minutos que deberían darle un espacio en El Club de la Comedia. Claro que el sueldo sería inferior al que tiene como diputado, así que no creo que le interesara el cambio.
Las tonterías iban desde comparar a Puigdemont o Marta Rovira con Tarradellas o Companys hasta decir que en España hoy por ponerte una nariz de payaso te meten en la cárcel. ¡Uau, eso sí que es bueno!
Yo estoy escribiendo este artículo con una nariz de payaso puesta, rojita, preciosa, divertida y la verdad, la policía no está aporreando la puerta de mi casa en plan Ley Corcuera. No sé. Todos estamos en contra de la Ley Corcuera y a favor de las narices de payaso pero no entiendo el asunto muy bien, creo que las dos cosas no tienen nada que ver.
El muchacho que es un chico joven hablaba con la energía y contundencia de Moisés en Los Diez Mandamientos, aquella famosa película protagonizada por Charlton Heston en la que Moisés en lugar de un rifle, cuando bajó del monte Sinaí llevaba en la mano, como es lógico, las Tablas de la Ley. Creo que Cecil B. DeMille durante el rodaje tuvo algún problemilla con el actor por eso, pero los guionistas dijeron que nanai, que de rifle nada y que tenían que ser las Tablas de la Ley, y al final Charlton Heston tuvo que ceder.
A mí lo de la nariz de payaso me llamó la atención. No sabía que fuera delito ponerse una nariz de payaso. Yo además tengo un gorrito rojo y blanco de Papá Noel que me regalaron unos amigos un fin de año. ¿No debería ponérmelo? ¿Corro el riesgo de ser detenido si lo hago? ¿Es algo fuera de la ley? ¡Jo, jo, jo, y una botella de ron! Bueno, la verdad es que lo de la botella de ron, Papá Noel no lo decía. Pero en fin, uno nunca sabe que pensar y por eso yo procuro pensar lo menos posible. Pensar es malísimo para la salud.
Hace poco leí un libro de Wislawa Szymborska, la escritora polaca Premio Nobel. Se titula "Correo literario" y reúne comentarios irónicos que escribió ella durante años en la revista "Vida Literaria" contestándole a quienes tenían ansias de publicar un libro y enviaban sus textos a la revista para que fueran leídos, valorados, analizados. A una persona que le pregunta "Dígame si mi prosa revela talento", ella le contesta "Sí. Lo revela. Pero por suerte para usted todavía sin consecuencias penales".
Yo creo que ese chico independentista Gerad Gómez del Moral, con esos apellidos de los que imagino se lamentará cada cinco minutos, le iría de perlas esa observación de Wislawa Szymborska: Por suerte para usted su talento todavía no tiene consecuencias penales.
