Opinión

Qué no es deporte

No soy el más adecuado para hablar de este tema ya que nunca fui muy deportista, aunque entre los veinte y los treinta practiqué con asiduidad footing, natación y ciclismo. Pero mi enfoque sobre el deporte en este artículo es distinto. Y sé que tiene algo de original ya que a lo largo de los años mis ideas acerca de esto me han proporcionado divertidas conversaciones con amigos, además de una buena cantidad de bromas y chanzas, muchas a mi costa.

Viene esto a cuento porque hace un tiempo vi un partido de fútbol por televisión en el que a uno de los equipos le convenía, para la clasificación, el empate que ya tenía, así que los últimos minutos del encuentro se dedicó a retrasar el balón, alargar los saques, etc. Hasta el punto de que el árbitro le sacó, con toda la razón, varias tarjetas amarillas.

Pues bien, uno, para mí no es deporte nada que se practique sentado exceptuando el ciclismo, el piragüismo y alguna otra honrosa excepción, paralímpicos aparte. Por aclararlo más la hípica, el polo, etc., no son deportes sino entretenimientos de ricos. En todo caso serán deportes para los caballos, no para los jinetes. La fórmula 1 o el motociclismo (yo he tenido moto) tampoco son deportes sino espectáculos. 

Algunas personas cuando he expresado estas ideas me han dicho que aun estando sentado se requiere una gran preparación física para practicarlos y que por ejemplo en la fórmula 1 los conductores pierden hasta tres o cuatro kilos de peso en una carrera. No me vale. La pérdida de peso también la sufren los directores de orquesta durante una sinfonía y la forma física la tienen los bomberos y no consideramos dichas actividades deportes.

Dos, el tiro con pistola, escopeta, arco o lo que sea tampoco son deportes. Son aficiones como la petanca, los dardos o, salvando las diferencias, el backgamon o hacer sudokus. No menosprecio dichas actividades, pero tampoco considero un deporte el ajedrez y eso no supone que lo subestime. 

Tres, la escalada tampoco es un deporte (y yo la he practicado). Si no lo es caminar por el monte como hacen mis tías en O Rosal todos los días, ¿por qué iba a serlo escalarlo? No veo la diferencia salvo por el pesado utillaje que transportan los escaladores y mis tías no.

Y cuatro, podría seguir explicando algunas prácticas ¿deportivas? más, pero vuelvo al principio. El fútbol que juegan unos chavalitos en Uganda en un campo de barro sin porterías sí es deporte. Hasta puede que sea heroísmo. Pero lo que hacen el Barça, el Madrid o el Milan dejó de serlo hace mucho y ya solo es un negocio cuya estrategia de juego se diseña en despachos. Yo lo llamaría circo o política. Quizá sea ambas cosas. Marx lo llamó "opio del pueblo". Sí, ya sé que se refería a la religión, pero entonces también él hablaba, aunque todavía no lo sabía... de fútbol.

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