Opinión

Ourense

Cuando yo era crío o después adolescente y me refiero a los años sesenta y setenta, Ourense que es mi casa, en la que nací, una provincia entonces tan anónima como Teruel o Huesca por decir algo, era siempre "number one" en una serie de categorías curiosas. Mayor índice de suicidios de España, aquí la gente se colgaba de una viga por menos de nada, no sé por qué; mayor índice de abortos clandestinos, aunque eso cuando teníamos quince años no nos lo decían; mayor índice de muertes violentas sin sentido; mayor índice de desquiciados mentales, aunque después vinieran psiquiatras de todas partes para explicárnoslo en detalle; renta per cápita más baja de España, etc., etc. En fin, por resumir: que éramos una potencia mundial en lo peor.

Hoy, gracias a Dios y supongo que sobre todo gracias a los hombres y mujeres de Ourense, ya no es así. No sé qué sitio ocupamos ahora en todos aquellos rankings de dudoso orgullo nacional, pero espero que hayamos bajado y estemos en el último lugar. Hoy podemos presumir, creo, de ser una provincia amistosa con los de dentro y con los de fuera. Una provincia hermosísima, eso lo fue siempre incluso a pesar de nosotros. Y tranquila. Con una riqueza paisajística, cultural y artística excepcional. Uno de los referentes de Europa en turismo termal por ejemplo. Y la capital es, nadie lo discute, una ciudad preciosa en la que da gusto pasear a cualquier hora.

En los 90's Turgalicia me encargó una campaña publicitaria de Ourense que titulé con un bonito eslógan "Ourense, con otra mirada". Quería destacar con la frase que no vale fijarse solo en lo obvio sino que hay que ver más allá. Ourense, los ourensanos no lo saben, es la provincia con la mayor superficie de España de patrimonio artístico reconocido por las instituciones que toca a nivel nacional. Mucho más que Granada, Madrid, Sevilla o Barcelona. Vale. Esa superficie la hacen sobre todo los digamos más o menos anónimos monasterios de la Ribeira Sacra. Pero ¿y qué? Ni poniéndose las pilas "energizer" ninguna provincia española le va a llegar en superficie de patrimonio artístico a Ourense. ¡Vaya! Menudo descubrimiento.

El otro día un energúmeno de Carballiño resucitó el Ourense de antes, aquel que creíamos desaparecido, dándole un puñetazo a un pacífico vecino sin ninguna provocación previa. Casi lo mata. Para colmo y como suele ser habitual últimamente el tipo, o un amigo suyo lo grabó y lo subió a las redes sociales. ¡Qué diversión! Si no han visto el video, no lo vean. No se lo recomiendo. A mí me dejó mal estómago para todo el día.

La realidad sigue siendo la misma a pesar de nuestras aspiraciones. ¿O no? Yo solo espero que metan a ese tipo en la cárcel veinte años. No hemos currado tanto para que nos quieran y ahora venga un malnacido como ese a dejarnos en mal lugar. ¡Salud!

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