El debate que montó El País el otro día por internet entre los tres candidatos a la futura presidencia del gobierno: Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, resultó decepcionante. La ausencia de Rajoy fue de lo más lógica. Si yo hubiera sido presidente del Gobierno tampoco hubiera ido a ese debate, montado por un periódico que desde que se fundó se creyó que era el New York Times. Por eso El País abre con noticias internacionales y solo en la página veinte empieza con las de España. Porque siempre quiso ser el New York Times desde pequeñito.
Pero la cosa no le salió bien. No es el New York Times y uno no puede ser lo que no es. Le pasó como a mí, que cuando hice la primera comunión quería ir de almirante como mis amigos, pero me vistieron de franciscano, con sandalias y una simple túnica blanca atada con una cuerda. ¡Ay, qué vergüenza pasé! Caminando por la calle del Paseo frente al Parque de San Lázaro casi en bolas, medio descalzo y con todos mis colegas al lado vestidos de Horatio Nelson o algo parecido, con un montón de condecoraciones en la solapa. Las cosas nunca salen como uno quiere. Hay que fastidiarse.
Aquella experiencia me marcó mucho y a estas alturas sigo siendo un poco franciscano, y seguramente por eso aborrezco tanto a El País, un periódico que desde su fundación se arrogó la autoridad de un supuesto pensamiento progresista único. Y se arrogó la autoridad de sentar cátedra sobre cualquier cosa: cine, deportes, política, literatura, toros, opinión. Falso todo. Un día decidieron que no publicaban nunca más informaciones sobre boxeo porque el boxeo es violento. Sobre las guerras siguieron informando, claro. Yo creo que El País fue solo un montaje rarísimo para acabar metiendo con calzador a su ex director en la RAE, en la silla V, para vergüenza de la RAE.
A veces casi prefiero el ABC. Además es más cómodo de llevar y leer. Y te queda más moderno enrollado bajo el brazo. Quiero decir visualmente. No me refiero a sus artículos u opiniones, sino a que su diseño y formato son más "fashion". No sé si me entienden ustedes. Porque El País ni siquiera tuvo la inteligencia en sus inicios de editarse en formato sábana como los grandes periódicos del mundo; se quedó a medias. Y eso fue lo que le pasó con el debate del otro día, que se quedó a medias.
Rajoy no estaba pero no hacía falta porque ocupando su lugar ya estaba Albert Rivera. Pedro Sánchez en vez de hacer de sí mismo (que no sabemos qué es eso) hizo de Zapatero para despistar. Y Pablo Iglesias en fin, fue el único que sí hizo de sí mismo, un tipo al que cada día se le entiende menos. Vamos mal. Por cierto que Pedro Sánchez estaba maquillado horrible. Salió mucho mejor en la entrevista que le hizo Bertín Osborne. Salud, gente.
