Opinión

Piero Manzoni resucita

Siempre hemos sabido que el dinero no vale nada, pero por si nos quedaba alguna duda Alemania acaba de disiparla sacando al mercado un billete de cero euros, aprobado por el Banco Central Europeo. No, no es broma. 

 Sorprendentemente para hacerse con uno de esos codiciados billetes hay que soltar previamente 2,5 euros, o sea que con un billete de curso legal de 5 euros cualquiera puede hacerse con dos billetes de cero euros que digo yo, tener dos billetes de cero euros, tener uno o ninguno vendrá a ser más o menos, y esto es redundante, lo mismo. El mundo es un chiste de El Roto, pero lo malo es que todos estamos dentro de él.

 Hace años hubo una serie de televisión inglesa, cómica y muy divertida que se titulaba "Caída y auge de Reginald Perrin". En ella el protagonista, en una premonición casi de artista conceptual moderno, se hacía multimillonario vendiendo... basura. La gente y el mercado internacional del arte se volvían locos por su basura y llegaban a pagar miles de dólares por un poco de aquella basura. La basura era basura, lo repito por si no había quedado claro con la explicación anterior.

 Yo creo que con esta acción del Banco Central Europeo los artistas están acabados si no lo estaban antes ya. En los años sesenta y setenta Piero Manzoni, un artista conceptual italiano, se hizo famoso vendiendo su "Merda d'artista", o sea su propia mierda envasada en unas bonitas latas etiquetadas como de atún o pimientos morrones (lo de "morrones" aquí tiene un doble sentido añadido, supongo que lo captan y perdón por lo escatológico que me está quedando este artículo que, no lo olviden, trataba inicialmente de dinero, algo muy limpio). Las latas de Manzoni se cotizan actualmente a 20.000 euros, así que por muchos billetes de cero euros que tuviera usted en casa difícilmente podría hacerse con una. Que se sepa ningún coleccionista y/o museo poseedor de tan preciada joya artística se ha atrevido nunca a abrirla, algo que podría hacer fácilmente incluso un niño con uno de aquellos abridores tipo "explorador" que solíamos llevar de críos en la mochila cuando nos íbamos de acampada con los amigos.

 Tener una lata de Manzoni es como tener una botella de Château d'Yquem de 1787, que vale la friolera de 75.000 euros pero eso sí, ni se te ocurra abrirla.

 – Oye, tío, para celebrar tu cumple este año podías abrir el Château d'Yquem ¿no? A ver si te estiras un poco de una vez.

 – Sí, vale, colega. Trae la copa que te pongo un Protos, anda. Y no te tires al jamón como haces siempre, que este es de Guijuelo y me ha costado una pasta.

 O sea, resumiendo, que la lista Forbes en el futuro va a tener que cambiar para incluir en ella por fin a los propietarios de enormes fortunas de cero euros.

 Lo que decía: somos un chiste de El Roto.

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