Opinión

Un poco puta

Como sabrán ustedes, hace unos días, un bar de Ordes (A Coruña) puso un anuncio en la prensa solicitando una camarera con las siguientes características: "Se necesita camarera para bar de pueblo a una hora de Santiago y a quince minutos de Arzúa y Órdenes. Imprescindible chica trabajadora, responsable, guapa y un poco puta, con un trato agradable con los clientes. Incorporación inmediata y contrato fijo, sueldo de 1.500 euros. Opción de alojamiento si eres de lejos".

Dejando aparte la lógica indignación que nos pueda producir algo así, el anuncio a pesar de su recalcitrante machismo no deja de tener un punto de ternura sorprendente: "trabajadora, responsable, guapa y un poco puta". Fíjense sobre todo en lo de "responsable". Para colmo el solicitante ofrece contrato fijo, 1.500 euros al mes e incluso alojamiento. Dudo que Juan Rosell hubiera sido capaz de redactar un anuncio como este. Él solo quiere eventuales de usar y tirar cada quince días. El paisano de Ordes, que sin duda es un animal de bellota, parece más humano y generoso que el presidente de la patronal. 

La mención a Ordes, Arzúa y Santiago en la misma línea sugiere que la camarera va a tener mucho trabajo, como uno de esos curitas a los que les toca recorrer varias parroquias todos los días en un utilitario de segunda mano por pistas de tierra, para administrar consuelo espiritual y quizás de otro tipo, a un montón de parroquianos/as dispersos por la montaña gallega. O como esos médicos de pueblo a los que también les toca bregar con algo parecido. 
 Yo creo que la expresión "un poco puta" no es literal y más bien es una consecuencia de la ignoracia del empleador que seguramente quería decir "sexy", lo que resultaría igual de machista; o "con buena presencia", que también resultaría igual de machista pero suena más educado.
 A mí el anuncio me emociona. Vale, el que lo publicó es un impresentable, pero parece un impresentable con algo de corazón, por lo menos. ¡Si hasta ofrece un sueldo fijo de 1.500 euros! Eso no lo hace hoy ni Rajoy ante la Comisión Europea.

El tipo ha tenido que retirar el anuncio. Normal. Yo ya me imaginaba a la chica como si hubiera sido contratada por la fundación Nóos del ex duque de Palma pero recorriendo, en lugar de las Baleares en yate, los frondosos y húmedos montes del suroriente coruñés, administrando con generosidad la Extrema Unción o lo que sea a tantos necesitados con boina que aun andan perdidos por ahí.
 Para rematar la escena, me la imaginaba también como uno de los ángeles de Charlie, la serie de tv de los setenta, Farrah Fawcet Majors o algo así. ¿Y cómo la recibirían entonces en las montañas de Arzúa? Pues como en aquella escena imposible de "Amanece que no es poco": ¡Miriam! (suponiendo que se llame Miriam) ¡Todos somos contingentes, pero tú eres necesaria! 
 España es así. Un esperpento. ¡Bendito Valle Inclán!

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